Los aranceles que pesan sobre el gigante asiático ya superaron el 54 % tras las masivas tarifas que anunció esta semana el presidente estadounidense.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó este domingo que no está dispuesto a llegar a un acuerdo aduanero con China a menos que primero se resuelvan cuestiones de la balanza comercial entre ambos países.
Tras anunciar esta semana aranceles masivos a los socios comerciales de su país, el mandatario explicó que hay algunas naciones con las que EE.UU. tiene un déficit comercial de más de mil millones de dólares, pero con China este déficit es de más de un billón.
«Perdemos cientos de miles de millones de dólares al año con China, y, a menos que resolvamos ese problema, no voy a llegar a un acuerdo«, declaró a los periodistas a bordo del Air Force One. «Estoy dispuesto a llegar a un acuerdo con China, pero ellos tienen que resolver este superávit. Tenemos un tremendo problema de déficit con China […] Quiero que se resuelva», enfatizó, indicando que se trata de un déficit «tan grande que ya no es sostenible».
«Si en otros países nos han tratado tan mal es porque tuvimos un liderazgo estúpido que lo permitió. Nos quitaron nuestros negocios, nuestro dinero, nuestros empleos, lo trasladaron a México, a Canadá, y gran parte a China, y esto no es sostenible», remarcó ante los periodistas.
Guerra de aranceles
El miércoles, Trump anunció los aranceles recíprocos durante una ceremonia denominada ‘Día de la Liberación’ de EE.UU. Entre los países con gravámenes más altos se encuentra China, ya que las tasas al gigante asiático aumentaron al 54 % debido a un arancel ya existente del 20 %.
Por su parte, las autoridades chinas declararon que impondrán en respuesta, a partir del 10 de abril, tarifas adicionales del 34 % a todas las importaciones de EE.UU. Además, aplicó más restricciones a sus exportaciones de tierras raras, recursos críticos que Occidente necesita para fabricar armas, productos electrónicos y otros bienes de consumo.
Desde Pekín señalaron que «la práctica de EE.UU. no se ajusta a las normas comerciales internacionales, menoscaba gravemente los derechos e intereses legítimos de China y es una típica práctica de intimidación unilateral». «China insta a Estados Unidos a que levante inmediatamente sus medidas arancelarias unilaterales y resuelva sus diferencias comerciales mediante consultas de manera equitativa, respetuosa y mutuamente beneficiosa», enfatizaron.