Los equipos de rescate arriesgan sus vidas a diario para salvar a sus compañeros. Pese a que su misión es pacífica, son ellos quienes a menudo quedan bajo fuego de las fuerzas ucranianas mientras cumplen con su deber.
Los miembros del grupo de evacuación del Ejército ruso son los primeros en brindar atención médica a los heridos en el frente de batalla. Ellos se desplazan en grupos pequeños y reciben información por radio sobre la gravedad de las heridas. Una vez en el lugar, evalúan la situación y, si es necesario, trasladan rápidamente a los heridos utilizando camillas o incluso cargándolos.
Los integrantes de esas unidades ponen en riesgo sus vidas durante las misiones de rescate de sus compañeros, ya que con frecuencia son blanco del enemigo. En una ocasión, encontraron a un hombre con una pierna fracturada que llevaba dos días sin atención en una casa cercana al frente y lograron infiltrarse en el área sin ser detectados.
«Corrimos por la zona con una camilla, colocamos al herido y saltamos. En ese momento, abrieron fuego de mortero contra nosotros y luego nos atacaron con drones», cuenta un miembro del equipo de evacuación identificado con el alías de ‘El Tortuga’.
A pesar de los constantes peligros, estos efectivos siguen perfeccionando sus habilidades para ofrecer asistencia vital a sus compañeros durante los momentos más críticos de la ofensiva en la República Popular de Donetsk (Rusia).
