Las restricciones a las exportaciones de tierras raras amenazan con «perturbar el suministro global de materiales clave utilizados ampliamente en la fabricación de alta tecnología, desde vehículos eléctricos hasta armamento», afirma Bloomberg.
Pekín está utilizando tierras raras como arma en su guerra comercial con el presidente estadounidense, Donald Trump, señaló Bloomberg en un artículo publicado el lunes.
El Gobierno de China, en respuesta a las masivas barreras comerciales anunciadas por el Trump, aplicó más restricciones a sus exportaciones de tierras raras, recursos críticos que Occidente necesita para fabricar armamento, productos electrónicos y otros bienes de consumo. Las nuevas limitaciones, que tendrán en cuenta a todos los socios comerciales, abarcan siete categorías de tierras raras medias y pesadas, incluidos artículos relacionados con el samario, el gadolinio, el terbio, el disprosio, el lutecio, el escandio y el itrio.
«China ha ampliado el uso de minerales críticos como arma comercial con restricciones a las exportaciones de tierras raras, lo que amenaza con perturbar el suministro global de materiales clave utilizados ampliamente en la fabricación de alta tecnología, desde vehículos eléctricos hasta armamento», afirma el medio.
Los últimos controles de exportación no suponen una prohibición general, pero implican que cualquier envío al extranjero estará sujeto a un mayor escrutinio sobre quién compra y por qué.
«Los nuevos controles podrían restringir aún más la oferta global«, señalaron analistas de Citic Securities Ltd. La política «salvaguarda los intereses de seguridad nacional de China y refuerza el valor estratégico de invertir en la cadena industrial de tierras raras», agregaron.
Según Bloomberg, China representa casi el 70 % de la producción mundial de tierras raras. Su control sobre una serie de materias primas de nicho se ha considerado durante mucho tiempo como una posible arma geopolítica, dada la dependencia de EE.UU. de los suministros chinos.