Finlandia está abandonando anticipadamente el carbón, ya que el cierre de una planta eléctrica el martes coloca al país al borde de una eliminación total, cuatro años antes de lo previsto.
Finlandia está cerrando definitivamente su última planta generadora de energía y calor a carbón en Salmisaari, al suroeste de Helsinki.
La medida encaja perfectamente con la narrativa de reducción de emisiones autoinfligida y costosa del país .
«Una transición limpia no es barata», dijo a Reuters Olli Sirkka, director ejecutivo del grupo energético de Helsinki Helen, propietario de la planta de Salmisaari.
Para reemplazar la producción anual de 175 MW de energía y 300 MW de calor de la planta de Salmisaari, Helen tendrá que recurrir a electricidad, calor residual y bombas de calor, dijo la empresa.
Puede representar un gran desafío, teniendo en cuenta que las necesidades de calefacción de Helsinki por sí solas consumen el 20% de la producción total de energía del país.
Finlandia ha sido miembro de la Powering Past Coal Alliance (PPCA), un grupo de países que impulsa una transición hacia una generación de energía a partir del carbón, desde su creación en 2017.
