El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, decidió nombrar al vicealmirante Eli Sharvit, como nuevo jefe del servicio de seguridad interna (Shin Bet), en reemplazo de Ronen Bar, cuya destitución fue aprobada previamente por el gabinete.
«El primer ministro está convencido de que Sharvit es la persona indicada para liderar al Shin Bet por un camino que perpetúe la gloriosa tradición de la organización», señaló el comunicado oficial.
El comunicado oficial añadió que el Shin Bet constituye una organización de gran prestigio que experimentó un severo trauma durante los acontecimientos del 7 de octubre.
Ronen Bar no ha sido relevado formalmente debido a una medida cautelar del Tribunal Supremo. No obstante, el tribunal permitió a Netanyahu entrevistar candidatos para su reemplazo. Según el comunicado oficial, el primer ministro evaluó a siete postulantes antes de seleccionar a Sharvit, cuya nominación deberá ser revisada por un comité de investigación antes de su aprobación final por el gabinete.
El comunicado destacó que Sharvit lideró el desarrollo de capacidades navales para defender las aguas territoriales israelíes y supervisó operaciones complejas contra Hamás, Hizbulá e Irán. Sin embargo, medios como YNet señalan que:
Participó en protestas contra la reforma judicial de Netanyahu
No habla árabe ni tiene experiencia en asuntos palestinos.
La selección se produce tras el voto gubernamental a favor de remover a Bar, decisión que generó protestas. Netanyahu afirmó haber perdido la confianza en el jefe del Shin Bet tras la masacre de Hamás del 7 de octubre de 2023, cuando miles de terroristas irrumpieron en el sur de Israel y mataron a unas 1200 personas y secuestraron a 251, lo que desencadenó la guerra en Gaza.
En respuesta al ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron el lanzamiento de la operación antiterrorista Espadas de hierro en la Franja de Gaza, mientras el ala militar del grupo palestino Hamás anunció la operación Inundación de Al Aqsa.
El 8 de octubre, el gabinete político-militar de Israel anunció oficialmente que el país entró en «estado de guerra» y que puede llevar a cabo «operaciones militares de gran escala». Al día siguiente, el ministro de Defensa de este país, Yoav Gallant, anunció el bloqueo total de la Franja de Gaza, donde viven 2,3 millones de personas, la mitad de las cuales son niños.