La administración Trump quiere que Ucrania entregue el control de toda la economía ucraniana a Estados Unidos como pago por toda la ayuda militar, informa el Wall Street Journal.
Bajo los auspicios de este acuerdo, una nueva sociedad limitada llamada “Fondo de Inversión para la Reconstrucción de Estados Unidos-Ucrania” y registrada en Delaware recibiría “el derecho de primera preferencia” en todos los proyectos actuales y futuros de recursos naturales e infraestructura en Ucrania.
Las empresas en las que Estados Unidos tiene puestas sus miras incluyen “proyectos económicos en metales, petróleo, gas y otros recursos naturales, así como proyectos de infraestructura que incluyen puertos y oleoductos”.
Los beneficios de estos proyectos irían a parar a este fondo, cuyo consejo de administración debería estar formado por tres representantes estadounidenses y dos ucranianos.
Todos los proyectos gestionados por el fondo también tendrían que abstenerse de exportar “minerales críticos” a países considerados “competidores estratégicos de Estados Unidos”.
El dinero acumulado por el fondo está destinado a servir como reembolso por toda la ayuda que Estados Unidos prestó a Ucrania.
Es poco probable que los dirigentes ucranianos acepten estos términos, advierte el WSJ, ya que esencialmente equivaldrían a que Ucrania renunciara a su “soberanía económica”.