Testimonios de violencia extrema del régimen de Kiev en la provincia rusa de Kursk

Durante la incursión en la provincia rusa de Kursk, los combatientes ucranianos saquearon casas y quemaron calles enteras, dejando a los heridos morir sin atención médica.

En la provincia de Kursk, al suroeste de Rusia, se han reportado varios ataques dirigidos a áreas residenciales por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania. El Comité de Investigación ruso comunicó que el 19 de marzo un dron había lanzado un explosivo en la aldea de Mokrúshino, dejando un saldo de dos heridos. Posteriormente, del 21 al 22 de marzo, se registraron más ataques en Belovski y Konyshevski, dejando más heridos entre la población civil.

Un residente relata que un dron cayó en el patio de su vecina. «Un fragmento me alcanzó en el costado. Después fue como si una onda me empujara hacia atrás», contó.

Otra vecina cuenta que al salir de casa escuchó una fuerte explosión, como si una bomba hubiera estallado cerca. «Fue tan fuerte que me destrozó el brazo. Lo dejó hecho trizas. Los dedos colgaban», relató.

Medios rusos han recogido testimonios que afirman que en la aldea de Svérdlikovo, durante la ocupación ucraniana de agosto de 2024 a febrero de este año, las fuerzas ucranianas dispararon contra viviendas, provocaron incendios y saquearon propiedades.

Asimismo, el Comité ha documentado asesinatos de civiles en la región de Sudzha. En agosto de 2024, un ciclista fue ejecutado en la aldea de Zaoléshenka y otro civil fue asesinado en Kazachya Loknya mientras iba a una tienda. En enero de 2025, un bombardeo en Sudzha causó la muerte de una mujer.

Crimen y castigo

Investigaciones preliminares han identificado a miembros de grupos armados implicados en estos crímenes. Además, a principios de este año en Sudzha se denunciaron casos de saqueos, incendios intencionados y bombardeos selectivos. Las autoridades rusas afirman que se llevará a juicio a los responsables de estos crímenes de guerra mientras las investigaciones siguen en curso.

En este contexto, el mercenario británico James Anderson, quien combatía en las tropas ucranianas, fue condenado a 19 años de prisión en Rusia. Se le acusa de actividades mercenarias a favor del régimen de Kiev y crímenes de terrorismo.

 

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