El documento afirma que el conflicto «ha proporcionado a Moscú abundantes lecciones sobre el combate contra las armas y la inteligencia occidentales en una guerra a gran escala».
Un informe de los servicios de inteligencia de EE.UU. publicado este martes apunta que la prolongación del conflicto entre Rusia y Ucrania plantea amenazas para el país norteamericano.
«La continuación de la guerra entre Rusia y Ucrania perpetúa los riesgos estratégicos para Estados Unidos de una escalada no deseada a una guerra a gran escala, el posible uso de armas nucleares, una mayor inseguridad entre los aliados de la OTAN, particularmente en Europa central, oriental y septentrional, y una China y una Corea del Norte más envalentonadas», señala el documento, denominado ‘Evaluación Anual de Amenazas’.
Según los autores del informe, Moscú considera las acciones bélicas contra Kiev como un conflicto indirecto con Occidente: «Su objetivo de restaurar la fuerza y la seguridad rusas en su entorno cercano frente a la supuesta intromisión estadounidense y occidental ha aumentado el riesgo de una escalada involuntaria entre Rusia y la OTAN».
«Las tensiones político-militares resultantes, intensificadas y prolongadas entre Moscú y Washington, junto con la creciente confianza de Rusia en su superioridad en el campo de batalla y su base industrial de defensa y el mayor riesgo de una guerra nuclear, crean urgencia y complican los esfuerzos estadounidenses por concluir la guerra de forma aceptable», concluyen los autores del documento.
«Rusia ha demostrado ser adaptable y resiliente»
Independientemente de cómo y cuándo termine el conflicto en Ucrania, indica el reporte, las tendencias geopolíticas, económicas, militares y políticas internas actuales de Rusia «subrayan su resiliencia y la persistente amenaza potencial al poder, la presencia y los intereses globales de Estados Unidos«. «Rusia ha demostrado ser adaptable y resiliente», agrega.
En el mismo sentido, el documento afirma que el conflicto «ha proporcionado a Moscú abundantes lecciones sobre el combate contra las armas y la inteligencia occidentales en una guerra a gran escala». «Esta experiencia probablemente pondrá a prueba la futura planificación de la defensa estadounidense, incluso contra otros adversarios con los que Moscú comparte estas lecciones», sugieren los autores.