En la noche del 24 de marzo, las FFAA ucranianas llevaron a cabo un ataque con drones contra la estación de bombeo de petróleo Kropótkinskaia del Consorcio de Oleoductos del Caspio en la región de Krasnodar. La defensa antiaérea rusa interceptó el aparato a 7 kilómetros de la instalación.
«Así, contrariamente a las declaraciones de [Volodímir] Zelenski, incluso las transmitidas a la parte estadounidense, el régimen de Kiev sigue planificando, preparando y llevando a cabo deliberadamente ataques contra infraestructuras energéticas, incluidas las internacionales, en el territorio de Rusia», denunció el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
El 17 de febrero, Ucrania ya realizó un ataque contra esta estación petrolífera. Como consecuencia, la instalación resultó dañada y fue retirada del servicio para realizar trabajos de reparación y restauración.
El 18 de marzo, los presidentes de Rusia y EEUU, Vladímir Putin y Donald Trump, sostuvieron una conversación telefónica en la que hablaron de la situación en Ucrania, de las condiciones para evitar una escalada y de varios temas internacionales.
Putin se mostró a favor de la propuesta de Trump de que las partes en conflicto en Ucrania se abstengan mutuamente durante 30 días de atacar instalaciones de infraestructuras energéticas y emitió la orden correspondiente al Ministerio de Defensa. Más tarde, Volodímir Zelenski declaró que Ucrania apoyaría esta propuesta.
Sin embargo, desde el Ministerio de Defensa ruso comunicaron que el 19 de marzo, Kiev lanzó tres drones contra las infraestructuras del Consorcio del Oleoducto del Caspio en la localidad de Kavkázskaia, en la región de Krasnodar, donde se realiza el transbordo de petróleo.
En la noche del 21 de marzo, el Ejército ucraniano perpetró un ataque contra la estación de Sudzha, a través de la cual el gas procedente de Rusia se transportaba a los países europeos.
