Madrid, 22 mar. Presto a jugar un liderazgo dentro de la Unión Europea (UE), el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, intenta sortear problemas internos para sacar adelante el tema de defensa.
Ya con escuchar los vocablos relacionados con el aumento del presupuesto de defensa al dos por ciento del PIB antes de la fecha pactada de 2029, se destapa el revolcón en el Congreso de Diputados y el enfrentamiento entre izquierda y derecha.
Por un lado, el conservador Partido Popular (PP) se dice listo para apoyar la postura mayoritaria de la Unión Europea (UE) de fortalecerse en defensa ante las posturas poco convincentes de Estados Unidos respecto a Rusia y el presunto abandono de Ucrania dentro del conflicto bélico entre las dos naciones eslavas.
Sin embargo, el propio PP quiere sacar rédito de la situación al percibir fracturas internas con Sánchez (socialista) y el ala más izquierdista de la coalición de Gobierno.
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, consideró que España está ‘plenamente comprometida’ con el proyecto europeo de aumentar el gasto en defensa y solicitó no minimizar el debate porque ‘todos estamos a favor de la paz’.
En un juego de palabras, Bolaños se refirió asimismo al elemento de “disuadir” apuntando directamente a Rusia y a su presidente, Vladímir Putin.
Según el titular, la situación que está atravesando Europa obliga a pensar en un nuevo orden mundial en el que debe garantizar su libertad, su seguridad, su integridad y los valores democráticos.
Mientras tanto, Sánchez se anotó un punto a favor al convencer a sus socios de la UE que el término rearme no es el más adecuado para definir lo que se propone el bloque comunitario.
En esta línea, defendió que la UE pretende avanzar en el terreno tecnológico con la defensa en primer plano, como elemento esencial para proteger sus intereses, la democracia y los derechos humanos.
