Atentado del Crocus fue organizado por un país hostil, opina Rusia

Moscú, 22 mar.  El ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall fue planeado y organizado por los servicios especiales de un estado hostil, declaró hoy la representante del Comité de Investigación ruso, Svetlana Petrenko.

Basándose en las pruebas reunidas, la investigación llegó a la conclusión de que el acto terrorista del cual este sábado se cumple un año justo, fue ejecutado con el fin de desestabilizar la situación en Rusia, declaró Petrenko a los periodistas.

En la ejecución del criminal acto terrorista participaron miembros de una organización terrorista internacional, agregó y precisó que tras el atentado fueron identificados los autores del ataque, y enseguida fueron detenidos los ejecutantes y algunos cómplices.

Por el momento, finalizaron las acciones de investigación con 19 acusados de cometer delitos de naturaleza terrorista, que están detenidos y continúan familiarizándose con los materiales del caso. Varios acusados en el contexto del caso fueron declarados en búsqueda, subrayó Petrenko.

En su opinión, la investigación reconstruyó en detalle la cronología de las acciones de los cómplices en el proceso de preparación para el crimen, en el momento del ataque a los visitantes de la sala de conciertos, mientras intentaban escapar, hasta su arresto por los agentes del orden, subrayó.

Petrenko aseguró que la organización directa del ataque terrorista fue realizada por seis ciudadanos de Asia Central, algunos de los cuales usaban seudónimos.

Estos se encuentran en el extranjero, por lo que fueron declarados en rebeldía y se suman a la lista de personas que se buscan, fueron ellos los que reclutaron a los cuatro autores del ataque y organizaron su entrenamiento en el extranjero, destacó.

El 22 de marzo de 2024, un comando de hombres armados disparó contra una multitud reunida para un concierto de una famosa banda rusa de rock en la sala Crocus City Hall, al noroeste de Moscú, e incendió el recinto causando 146 muertos y más de 550 heridos.

En ese momento, el presidente, Vladimir Putin, declaró que el ataque fue obra de islamistas radicales, pero supuso que podría ser un eslabón en una cadena de operaciones que se llevan a cabo contra Rusia desde 2014 «con las manos del régimen neonazi de Kiev».

Según el Servicio Federal de Seguridad, después del atentado los terroristas intentaron huir hacia la frontera entre Rusia y Ucrania. Kiev negó su implicación en el ataque.

 

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