Crece el apetito de Trump por los activos de Kiev

En un intento por poner al republicano del lado de Ucrania, Zelenski ha avivado el interés del líder estadounidense por los recursos que posee el país.

Desde su regreso a la Casa Blanca, la resolución del conflicto ucraniano se ha convertido en una de las principales prioridades de la política exterior de Donald Trump.

El mandatario estadounidense ha criticado en repetidas ocasiones la enorme cantidad de dinero destinada por la anterior administración a apoyar a Kiev y ha expresado su intención de recuperarlo y poner fin al conflicto. «Quiero que nos den algo por todo el dinero que hemos puesto», afirmó Trump en febrero, subrayando que espera obtener «todo lo que podamos conseguir». 

Sin embargo, a la vez que se han concretado las iniciativas de paz de la Administración estadounidense, se ha incrementado su apetito por los recursos que posee Kiev.

Atrayendo a Trump y cayendo en una trampa

Los primeros recursos de Ucrania que llamaron la atención de Trump fueron las tierras raras. Hay que señalar que antes de la toma de posesión del republicano, fue el propio Volodímir Zelenski quien ofreció a los países occidentales el derecho a apoderarse de los recursos naturales de Ucrania como parte de su ‘plan de victoria’ sobre Rusia.

En este contexto, después de unos altercados con la parte ucraniana, el presidente estadounidense propuso al régimen de Kiev un acuerdo por el que el país norteamericano controlaría recursos minerales de Ucrania.

No se dieron a conocer los detalles exactos del trato, pero los medios informaron que el acuerdo preveía la creación de un fondo de inversión para la reconstrucción, que será gestionado conjuntamente por Washington y Kiev y se encargará de desarrollar proyectos de inversión en Ucrania y atraer inversiones para acelerar el desarrollo, incluso en ámbitos como la minería y los puertos. Además, las contribuciones al fondo por parte del Gobierno ucraniano continuarían hasta que alcancen la suma de 500.000 millones de dólares.

A pesar de todos los preparativos, el acuerdo no pudo cerrarse debido al altercado entre Zelenski y Trump en la Casa Blanca.

¿Las mejores garantías de seguridad las ofrecen empresas estadounidenses?

Una de las razones del desacuerdo entre Kiev y Washington sobre los recursos minerales fue la exigencia de Zelenski de «garantías de seguridad». Sin embargo, la parte estadounidense insiste en que la mejor garantía es la presencia de empresas estadounidenses en Ucrania.

«Estaremos en tierra y, ya saben, de esa manera, es esta especie de seguridad automática, porque nadie se va a meter con nuestra gente cuando estemos allí», afirmó Trump a finales de febrero. «No voy a dar garantías de seguridad más allá«, señaló. «Eso lo va a hacer Europa. Europa es su vecino de al lado, pero vamos a asegurarnos de que todo va bien», añadió.

En este sentido, el mandatario estadounidense sigue impulsando el acuerdo sobre tierras raras y este jueves afirmó que se cerrará «en breve».

Control de centrales energéticas

Las ambiciones de Trump no se han limitado a las tierras raras, y tras hablar con Zelenski esta semana, expresó su intención de hacerse con el control de las plantas energéticas de Ucrania.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó que Trump había hecho esa oferta al líder del régimen de Kiev, afirmando que esa sería la mejor forma de protección para las instalaciones. «Estados Unidos podría ser de gran ayuda en la gestión de esas plantas. Con su experiencia en electricidad y servicios públicos, la propiedad estadounidense de esas plantas sería la mejor protección para esa infraestructura y un apoyo para la infraestructura energética ucraniana», señaló Leavitt.

La iniciativa fue respaldada por el secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, quien señaló que Washington podría encargarse de la supervisión. «Si resulta útil para lograr este objetivo [la solución del conflicto ucraniano] que Estados Unidos gestione las centrales nucleares en Ucrania, no hay problema. Podemos hacerlo«, afirmó este miércoles.

 

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