MOSCÚ — El ataque ucraniano a una base petrolera en el suroeste de Rusia es otra provocación dirigida a hacer fracasar las iniciativas pacíficas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el Ministerio de Defensa ruso.
La noche del 18 al 19 de marzo, Kiev lanzó un ataque con tres drones contra una instalación de transferencia de petróleo en la localidad de Kavkázskaya, en la región de Krasnodar. Esta instalación se utiliza para el trasvase de crudo desde vagones cisterna ferroviarios hacia el sistema de oleoductos de la empresa internacional Consorcio del Oleoducto del Caspio.
«Está absolutamente claro que se trata de otra provocación especialmente preparada por el régimen de Kiev, dirigida a sabotear las iniciativas de paz del presidente de EEUU», señaló la entidad castrense.
El ataque «deliberado» de Kiev, según el Ministerio, se produjo pocas horas después de la conversación telefónica entre los presidentes de Rusia y EEUU, incluida la decisión del líder ruso, tomada a propuesta de Trump, de suspender temporalmente los ataques contra la infraestructura energética.
Según los últimos datos del centro operativo regional, la superficie del incendio provocado por el ataque ya alcanzó los 1.700 metros cuadrados. Para sofocar el incendio se desplegaron 179 personas y 54 unidades de equipo, y no se reportaron víctimas.
