«Vamos a hacer todo lo que tengamos que hacer para que nuestros compatriotas regresen a su hogar», dijo el vocero para el diálogo con EE.UU., Jorge Rodríguez.
El Gobierno de Venezuela denunció este lunes el entramado que gira en torno a las deportaciones masivas de inmigrantes venezolanos en EE.UU., que han sido víctimas de los sectores extremistas de la oposición del país suramericano, apoyados por sus aliados extranjeros, que ahora promueven sus traslados irregulares hacia «sitios de secuestro» y «tortura».
Así lo expresó el delegado de Venezuela para los diálogos con EE.UU., Jorge Rodríguez, en una conferencia de prensa desde Caracas, donde manifestó que el asedio y la persecución ejecutada por las autoridades estadounidenses contra los venezolanos inmigrantes en EE.UU. son «comparables a las leyes de segregación racial de Adolf Hitler».
Las declaraciones de Rodríguez se produjeron en respuesta a las recientes deportaciones masivas ejecutadas por la administración de Trump hacia cárceles de máxima seguridad como la base militar de EE.UU. en Guantánamo, territorio reclamado por Cuba y denunciado como zona invadida; y la construida recientemente en El Salvador por el presidente Nayib Bukele, diseñada para encerrar a «terroristas» y «pandilleros».

Supuestos miembros del Tren de Aragua y de la Mara Salvatrucha deportados por EE.UU. a El Salvador, el 16 de marzo de 2025El Salvador Presidency / Gettyimages.ru
«No están en cárceles, están en sitios de secuestro, son rehenes de Nayib Bukele«, alertó Rodríguez a la comunidad internacional, quien además dijo que, a través de la Cancillería venezolana, Caracas establecerá «todos los mecanismos» que sean necesarios y alertarán a los organismos internacionales para «rescatar» a los venezolanos «secuestrados» y que son víctimas de esa «segregación».
«Vamos a hacer todo lo que tengamos que hacer para que nuestros compatriotas regresen a su hogar (…) vamos a enviar todos los aviones que tengamos que enviar a cualquier parte del mundo, para buscar a nuestras hermanas venezolanas y hermanos venezolanos», señaló Rodríguez, quien también denunció que hay venezolanos encerrados en Guantánamo que son víctimas de torturas.
También cuestionó que sus compatriotas deportados, que salieron de su país con el «engaño del sueño americano», ahora sean señalados —sin pruebas— como presuntos miembros de la banda delictiva Tren de Aragua, declarada extinta en Venezuela y señalada como «organización terrorista» en EE.UU. «¿En qué cabeza cabe que todos los venezolanos son del Tren de Aragua y que un niño de 14 años puede ser secuestrado, robado? (…) es un secuestro vulgar, es un crimen de lesa humanidad«, dijo.
Propósito «repulsivo»
Entre tanto, informó que detrás de las deportaciones hay un entramado delictivo, integrado por extremistas venezolanos y de otros países, que obtuvieron beneficios económicos con la promoción de la inmigración desde hace años en América Latina, especialmente en Venezuela, así como también de medidas coercitivas y sanciones que ahora se traducen en la política antimigratoria de Trump, la persecución de extranjeros en EE.UU. y las deportaciones masivas.
«Lo más repulsivo, lo más deleznable, es que todo esto tiene un propósito económico», señaló Rodríguez, quien mencionó a varios opositores venezolanos que están detrás de ese entramado contra Venezuela como: Leopoldo López, Carlos Paparoni, María Corina Machado, Julio Borges, Juan Guaidó, entre otros.
Según el político, los miembros de la oposición radical venezolana se han dedicado a sacarle dinero a la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y al Gobierno de EE.UU. bajo engaños. Igualmente, advirtió, que estas personas también extorsionan a empresarios, a quienes amenazan con incluirlos en listas de sancionados por EE.UU. si no les pagan altas sumas de dinero.
De igual forma, denunció que los extremistas opositores se aprovechan de la ola migratoria latinoamericana para dirigir a los llamados grupos de ‘coyotes’, que se dedican a gestionar la entrada de migrantes indocumentados a EE.UU. a cambio de altas sumas de dinero, cuestión que, en muchos casos, resulta en estafas, o si logran entrar a territorio estadounidense, los inmigrantes terminan siendo denunciados y capturados para su deportación.
Rodríguez comunicó que desde el lado venezolano, el gobierno de Nicolás Maduro se dedicará a «aplicar la Ley Simón Bolívar», normativa creada por la Asamblea Nacional de Venezuela para castigar a traidores y promotores de sanciones contra el país. «No solamente vamos a aplicar la Ley Simón Bolívar, vamos a ir también a las instancias internacionales porque esto es un crimen de lesa humanidad», remarcó.
Entre tanto, recomendó a los venezolanos que aún residen en EE.UU. y que sienten miedo de ser «secuestrados» por las autoridades de ese país, a que retornen a Venezuela. «Que se vengan todos», dijo Rodríguez, quien anunció que el Ejecutivo emprenderá una serie de acciones durante esta semana para expresar la «indignación» del país y de los familiares de inmigrantes «secuestrados» en el extranjero.
Movilización y recolección de firmas
Alguna de las acciones del Gobierno venezolano comenzará este martes, con «una gran marcha para movilizar a los familiares de los migrantes venezolanos» y para «levantar la voz» y expresar la «indignación» ante la situación que viven los connacionales deportados y «secuestrados», algunos de ellos niños, tanto en El Salvador como en EE.UU.
De igual forma, informó que el próximo miércoles se dará inicio a la campaña ‘Venezuela dignidad siempre’, con una recolección de firmas para respaldar el retorno de los venezolanos migrantes a su país. En ese sentido, anunció la creación de un listado en el que venezolanos en el extranjero, sobre todo en EE.UU., podrán solicitar su repatriación a través del programa ‘Vuelta a la Patria’.
«Vénganse, ese país no los merece, no merece a la gente digna, decente, solidaria que nació en Venezuela», dijo Rodríguez tras hacer el llamado a los connacionales que se encuentran vulnerables por las políticas antimigratorias ejecutadas por la administración Trump.
La semana pasada Venezuela anunció la reanudación de los vuelos de repatriación desde EE.UU., tras llegar a un acuerdo con el enviado especial de Washington, Richard Grenell. Los vuelos habían sido pausados por la suspensión de las licencias de operación otorgadas por el Departamento del Tesoro a Chevron, en el contexto del paquete de sanciones impuesto por la Casa Blanca a Caracas.
«El Gobierno Bolivariano de Venezuela protege de este modo los derechos humanos de nuestros compatriotas migrantes y defiende y resguarda la reunificación de las familias que han sido víctimas de las graves consecuencias de las sanciones criminales contra nuestro país y nuestra economía, que provocaron la salida de connacionales, gente trabajadora y digna, a otros destinos en busca de alternativas», señala un comunicado difundido en Telegram por Rodríguez.
Deportaciones a El Salvador
El pasado domingo fueron deportados hacia la cárcel de máxima seguridad de El Salvador 238 venezolanos señalados como presuntos integrantes del Tren de Aragua. El proceso fue ejecutado por la administración Trump, amparado en la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que le permite detener y expulsar «en tiempos de guerra» a personas que amenacen la seguridad de ese país sin garantizar su debido proceso.
La deportación fue ejecutada a pesar de que el pasado sábado, el juez del Distrito de Columbia, James Boasberg, había ordenado paralizar estos procedimientos por 14 días, por considerar que las deportaciones anunciadas por Trump horas antes carecían de legalidad porque el país no estaba en guerra, como lo argumentó el mandatario, al decir que las personas del Tren de Aragua estaban «perpetrando y amenazando con realizar una invasión o incursión predatoria contra el territorio de EE.UU.».
Trump además ordenó que, a partir de los 14 años, todos los venezolanos en EE.UU. que fuesen considerados como miembros del Tren de Aragua o que «no estén naturalizados o sean residentes permanentes legales», podían ser «detenidos, asegurados y expulsados por ser enemigos extranjeros».
Por su parte, Bukele publicó en X un video con la llegada de los 238 venezolanos deportados junto con otros supuestos 23 pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13), quienes estarán en el centro de reclusión «para terroristas» por un año «renovable».
La deportación masiva de EE.UU. a El Salvador se efectuó como parte de los recientes acuerdos establecidos entre la administración de Trump y la de Bukele, tras la visita semanas antes del secretario de Estado, Marco Rubio.
Al conocerse la noticia, la primera reacción de Venezuela fue rechazar el procedimiento, al calificarlo de anacrónico, violatorio de los derechos humanos y como «uno de los episodios más oscuros de la historia«, similar a «la esclavitud» y «el horror de los campos de concentración nazis».