Activistas de derechos humanos encontraron restos humanos calcinados en el Rancho Izaguirre.
La Fiscalía del estado de Jalisco ha anunciado este jueves que las investigaciones realizadas en el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, determinaron que «no existen estructuras que fungieran como hornos» en la finca, señalada por activistas como crematorio clandestino, aparentemente perteneciente a los cárteles del narcotráfico.
«En coordinación con instancias del Gobierno de México, hoy se reforzaron los trabajos de búsqueda, periciales y de investigación realizados en el Rancho Izaguirre», anunció en un comunicado, en referencia a las tareas llevadas a cabo en ese predio a partir del 18 de septiembre de 2024.
Entre los avances, la Fiscalía destacó las labores de excavación y el registro de fragmentos óseos, prendas e indumentaria. También confirmó la existencia de «habitaciones, baños, cocina, bodegas, un área de adiestramiento táctico y otra de acondicionamiento físico».
Los activistas de derechos humanos llegaron al Rancho Izaguirre gracias a llamadas anónimas. En el lugar, descubrieron listas con los apodos de presuntos miembros de las organizaciones criminales que operaban para torturar y asesinar a personas que secuestraban.
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco encontró en la finca lo que describió como un amplio crematorio clandestino con restos humanos, concluyendo también que el rancho servía para «entrenar» a los jóvenes que los cárteles del narcotráfico reclutan de manera forzada.
Pese al anuncio de la Fiscalía, el colectivo confirmó el hallazgo de un cuarto crematorio en el Rancho Izaguirre durante la búsqueda en campo, que se enmarca en los datos presentados por el fiscal Salvador González sobre «cuatro espacios con presuntos restos humanos».