Los ejercicios Eagle Eye 20-01 se desarrollan en el sur del país con la participación del Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y del Espacio y la Armada.
Unos 500 militares fueron movilizados a la zona de Murcia, en el sur de España, para su participación en los ejercicios Eagle Eye 25-01, en los que se simulan «intrusiones en el espacio aéreo o actitudes no colaborativas». También forman parte de las maniobras los cerca de 3.000 efectivos que vigilan a diario el espacio aéreo español.
Las tareas del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y del Espacio y la Armada comenzaron este lunes en el mar de Alborán y se extenderán hasta el viernes. «Estamos realizando actividades de vigilancia y disuasión que nos ayudan a mejorar nuestro conocimiento del entorno para responder en caso de que se presente un escenario de crisis», explicó a 20 Minutos el capitán de navío Gonzalo Leira, del Mando de Operaciones (MOPS), a cargo de la coordinación de las maniobras.
Aunque este tipo de ejercicios se realizan de manera periódica en distintas partes de España, Leira manifestó que en esta ocasión hay un despliegue ampliado. La denominada «presencia reforzada» se debe a la movilización adicional del Ejército de Tierra y de la Armada.
«Practicamos y ejecutamos lo que llamamos sistemas de alerta rápida para que los escuadrones estén en el aire en menos de 15 minutos ante amenazas que simulan intrusiones en nuestro espacio aéreo o conductas poco colaborativas», detalló Leira, quien agregó que «el objetivo es hacer la interceptación de esas amenazas en el menor tiempo posible«. Además, aclaró que durante estas acciones «no se realiza ningún lanzamiento de armamento real«, ya que la intención es «mejorar la interoperabilidad» de las Fuerzas Armadas.
Con estas maniobras lo que se busca es estar preparados ante la eventualidad de una «zona gris», como se denominan a las «acciones de potenciales enemigos que, sin llegar a superar el límite de un conflicto o una agresión armada, pueden provocar interferencias en ámbitos como la desinformación, el entorno cibernético o las infraestructuras de telecomunicaciones», dijo el capitán de navío. Sin embargo, aclaró que no ha sido detectada ninguna potencial amenaza para España.