«Esta es la clave decisiva para acabar con la migración, la migración ilegal», señaló un dirigente de la Unión Demócrata Cristiana alemana.
Los solicitantes de asilo en Alemania serán rechazados en la frontera en caso necesario, incluso sin el consentimiento de los países vecinos, afirmó Jens Spahn, vicepresidente del grupo parlamentario de la Unión Demócrata Cristiana alemana (CDU), en una entrevista concedida el lunes.
Explicando el plan para endurecer la política migratoria del país presentado por la CDU, partido ganador de las últimas elecciones, Spahn destacó que «no dice ‘de acuerdo’, dice ‘en coordinación'». «Esto significa que hablan el uno con el otro, pero no se hacen dependientes de la aprobación del otro [país]», aclaró.
«Esto es un paso enorme», continuó el político. «Por supuesto, nos coordinaremos con nuestros vecinos europeos. Pero también vemos todas las bases legales para implementarlo de una u otra manera», agregó.
Al ser preguntado qué harían las autoridades alemanas al rechazar la entrada de un solicitante de asilo y si sería necesario trasladar a este a otro sitio, Spahn señaló que «no es necesario llevarlo de vuelta a ningún lugar», ya que «ni siquiera entra en el país».
«Esta es la clave decisiva para acabar con la migración, la migración ilegal», argumentó. Sin embargo, críticos como la organización de ayuda a los refugiados Pro Asyl rechazaron la práctica de los rechazos en las fronteras, remarcando que «Alemania tiene la obligación de respetar los derechos humanos y garantizar el acceso a los procedimientos legales de asilo».
Anteriormente, Spahn sugirió que el país germano podría abandonar la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH) para superar los obstáculos legales. «Fundamentalmente, se trata de esta cuestión: la idea original era brindar protección», defendió en diciembre pasado en una entrevista con The Times.
«Si brindas protección, decides a quién. Pero a través de las sentencias judiciales, eso ha evolucionado hacia el derecho de quienes buscan protección a obtenerla de cualquier manera […]. Necesitamos volver al principio fundamental de brindar protección. Sí, queremos brindar protección, pero también queremos tener el control y poder decidir cuándo, qué y por qué», expuso.