En un contexto de crecientes desacuerdos con los Estados Unidos, cada vez más líderes europeos están empezando a tomar sus propias iniciativas en el ámbito nuclear, destruyendo así fundamentos de larga data.
La militarización acelerada de Europa marca el fin del ‘statu quo’ surgido tras el final de la Guerra Fría.
El cambio de enfoque del presidente estadounidense, Donald Trump, respecto a la seguridad europea está impulsando a los políticos europeos a presentar planes multimillonarios para «rearmar» Europa.
Ante este contexto, los líderes europeos que habían confiado en el paraguas nuclear estadounidense están empezando a hablar de sus propias iniciativas en materia de armamento nuclear, descartando así fundamentos establecidos desde hace mucho tiempo.
Francia, intentando cubrir a Europa con su paraguas nuclear
El primero en iniciar el debate nuclear fue el presidente francés, Emmanuel Macron, en su discurso a la nación esta semana.
«Respondiendo al llamamiento histórico del futuro canciller alemán [Friedrich Merz], he decidido abrir un debate estratégico sobre la protección de nuestros aliados en el continente europeo mediante nuestra fuerza de disuasión», declaró.
Macron subrayó que París «tiene un estatus especial» en la defensa del continente. «Tenemos el Ejército más eficaz de Europa y, gracias a las decisiones que tomaron nuestros mayores después de la Segunda Guerra Mundial, tenemos capacidad de disuasión nuclear. Esto nos protege mucho más que a nuestros vecinos», afirmó.
Francia tiene el cuarto mayor arsenal nuclear del mundo, pero este es casi 20 veces inferior al de Rusia y 17 veces inferior al de Estados Unidos. Además, París no tiene una tríada nuclear completa, ya que solo posee dos de sus componentes: submarinos nucleares y aviones de combate capaces de transportar bombas nucleares.

Polonia, en busca de sus propias armas nucleares
La retórica del presidente francés también fue recogida en Polonia, donde el primer ministro Donald Tusk anunció su intención de poseer armas nucleares.
«Polonia debe perseguir las capacidades más avanzadas, incluidas las armas nucleares y las modernas armas no convencionales», dijo en el Parlamento polaco. También añadió que Varsovia se está preparando para realizar un entrenamiento militar para «todos los hombres adultos» a finales de año.
Previamente, Tusk declaró que «Europa debe asumir esta carrera armamentista [contra Rusia] y ganarla». Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Moscú no «jugará» a una carrera armamentística con Europa. «No podrán ganarnos, porque no vamos a jugar. Nos dedicaremos a asegurar nuestros propios intereses», indicó.
Alemania rompe un antiguo tabú
En este contexto, Alemania también está pensando en cambiar su enfoque sobre las armas nucleares. El futuro canciller del país, Friedrich Merz, se había comprometido previamente a mantener conversaciones con Francia y el Reino Unido sobre la posibilidad de que Alemania entre bajo su paraguas nuclear.
«Que tengamos que hablar con británicos y franceses sobre si su protección nuclear podría extenderse también a nosotros es una cuestión que el Gobierno francés ha planteado repetidamente al Gobierno alemán», dijo Merz, añadiendo que tales ofertas «siempre habían quedado sin respuesta».
Como señala WSJ, las palabras de Merz «rompieron con un antiguo tabú», ya que ningún líder alemán había pedido una alternativa a la disuasión nuclear estadounidense en Europa desde el final de la Guerra Fría.
Sin embargo, la decisión de ponerse bajo el paraguas nuclear francés o británico podría entrañar nuevos riesgos para Berlín. Como apunta el WSJ, la «subcontratación» de su seguridad podría poner los intereses de Alemania «a merced de los cambios políticos» en París y Londres, colocando al país en una posición vulnerable, similar a la que ahora afronta con Trump.
¿»Orden basado en las reglas»? ¡Olvidado!
La proliferación de armas nucleares en nuevos países contraviene las normas jurídicas internacionales reconocidas, pues todos los países mencionados han ratificado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Según sus condiciones, los cinco Estados poseedores de armas nucleares reconocidos (Rusia, Estados Unidos, China, Francia y Reino Unido) se comprometen «a no traspasar a nadie armas nucleares u otros dispositivos nucleares explosivos ni el control sobre tales armas o dispositivos explosivos, sea directa o indirectamente». A su vez, todos los Estados no poseedores de armas nucleares que firmaron el TNP se comprometieron a no recibir o producir dichas armas.
Además, Polonia ostenta la Presidencia del Consejo de la Unión Europea desde principios de 2025. «Asistimos a un aumento de las tensiones geopolíticas, a la erosión del orden internacional basado en reglas y a ataques híbridos dirigidos contra la democracia y la seguridad europeas», indica la web de su Presidencia.
Parece que los países europeos no solo asisten a «la erosión del orden internacional basado en reglas», sino que ellos mismos participan en ella con entusiasmo.