El Departamento de Estado de EE.UU. anunció el martes la entrada en vigor de la designación de Ansarolá de Yemen como “Organización Terrorista Extranjera (FTO)”.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, anunció que recalifica al movimiento Ansarolá, como ordenó el presidente Donald Trump el pasado 22 de enero, considerando que las actividades de este grupo yemení “amenazan la seguridad de los civiles y el personal estadounidenses” en la región de Asia Occidental, así como la seguridad de los socios regionales más cercanos de Washington y la estabilidad del comercio marítimo mundial.
En esta línea, afirmó que Washington “no tolerará que ningún país se relacione con organizaciones terroristas” como Ansarolá en nombre de la práctica de negocios internacionales legítimos. Por tanto, la medida conlleva sanciones y penalizaciones para cualquiera que brinde “apoyo material” al grupo yemení.
En enero, Trump designó oficialmente a Ansarolá como organización terrorista y amenazó con movilizar a sus representantes regionales contra Yemen en un intento de presionar al pueblo yemení para que abandone su apoyo a Gaza.
La designación se produjo en respuesta a las operaciones militares del ejército yemení en territorios ocupados por Israel y a los ataques a buques de guerra de la Armada estadounidense y buques vinculados a Israel en el mar Rojo y el golfo de Adén desde noviembre de 2023, lanzados en apoyo de los palestinos que estaban sido asesinados en Gaza por el régimen de Israel.
En ese momento, Ansarolá ridiculizó la decisión de Trump. “Si Estados Unidos nos incluyera en su lista de amigos, sería más peligroso y provocador para nosotros que si nos pusiera en su lista de terroristas”, afirmó.
En enero de 2021, casi al término de su primer mandato, entre 2017 y 2021, Trump ya había designado a Ansarolá como terroristas, pero su sucesor, el presidente demócrata Joe Biden, levantó la orden al llegar a la Casa Blanca para evitar que las sanciones agravaran la severa crisis humanitaria en Yemen.