Una propuesta para enviar 30.000 efectivos al país eslavo estaría siendo elaborada por Francia y el Reino Unido, según medios occidentales.
Si Occidente envía a Ucrania solo 30.000 efectivos de mantenimiento de paz, serán los primeros en darse a la fuga en caso de una nueva ofensiva rusa, afirmó Román Kostenko, secretario del comité parlamentario ucraniano para asuntos de seguridad, defensa e inteligencia.
Al comentar para un medio ucraniano las supuestas propuestas del Reino Unido y Francia de desplegar ese número de efectivos en el país eslavo tras un cese de hostilidades con Rusia, Kostenko se manifestó escéptico al respecto.
Se preguntó a sí mismo dónde se emplazarían esas fuerzas de paz, si estarían detrás de los ucranianos o entre las partes beligerantes.
«Si es entre Rusia y Ucrania, no conozco a ningún país que las envíe allí«, indicó.
El diputado resaltó que el conflicto ucraniano difiere en escala de aquellos que normalmente terminan con el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz.
«Los pacificadores han participado en conflictos. Pero definitivamente no después de la Segunda Guerra Mundial. Este es un conflicto completamente diferente, de una escala diferente», dijo.
En cualquier caso, sostuvo, «definitivamente no deberían ser 30.000«. «Serían sólo comparsas, serían los primeros en huir si algo empieza», argumentó Kostenko.
- Según reportes de medios occidentales, el Reino Unido y Francia están elaborando planes para una ‘fuerza de seguridad’ en Ucrania, dirigida por Europa. La iniciativa requeriría el despliegue de unos 30.000 soldados europeos en las principales ciudades, puertos e infraestructuras críticas de Ucrania. Además, dependería de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, acepte proporcionar a dicha fuerza la protección estadounidense, incluyendo aviones e inteligencia, en especial para la vigilancia del espacio aéreo ucraniano y el mar Negro.
- Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, manifestó la semana pasada que Moscú no tolerará el despliegue de un contingente militar de los países de la OTAN en territorio ucraniano, y reiteró que toda expansión de la Alianza Atlántica es «una amenaza directa» a los intereses y la soberanía de la Federación de Rusia.