El ministro de Asuntos Exteriores estonio reveló cómo la UE planea impedir que Kiev acepte un acuerdo desfavorable en el marco de las conversaciones entre Moscú y Washington.
El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, recordó a EE.UU. que los activos congelados rusos están en manos de Bruselas y no de Washington, por lo que instó a tomar en cuenta la postura de la Unión Europea en la mesa de negociaciones con Rusia.
«Si Europa y Ucrania están unidas y los ucranianos son lo suficientemente fuertes como para no tener que aceptar un mal acuerdo, entonces Estados Unidos tendrá que aceptar la opinión de Europa en la mesa de negociaciones», dijo el canciller estonio en una entrevista con RND publicada este jueves.
Sus declaraciones tienen lugar en medio de la preocupación de los líderes europeos por el hecho de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esté estrechando relaciones con Moscú y discutiendo la cuestión de Ucrania.
«Los europeos tenemos mucho en nuestras manos para presionar a Rusia en las negociaciones. Quieren recuperar los 220.000 millones de euros [unos 230.000 millones de dólares] en activos congelados y poner fin a las sanciones contra la economía rusa. Ambas cosas están en nuestras manos, no en las de los estadounidenses», agregó Tsahkna.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, denunció el miércoles que Europa debe dejar de recurrir a los métodos de robo y pretender que sus acciones queden sin respuesta. El diplomático sostuvo que, si bien el tema de los activos rusos no se planteó en la agenda de las recientes conversaciones mantenidas con EE.UU., no cabe duda de que en el marco de un posible acuerdo será uno de los puntos principales.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, ya había confirmado que Washington pretende discutir con Moscú no solo la cuestión de los activos rusos congelados, sino también el daño que la medida ha causado a las empresas estadounidenses. «Esto formará parte de una conversación más amplia sobre cómo restablecer nuestras relaciones«, afirmó.
- Se calcula que alrededor de 300.000 millones de dólares pertenecientes al Banco Central ruso permanecen congelados en depositarios extranjeros, principalmente en EE.UU. y la Unión Europea. Más de 200.000 millones de euros están en poder de Bruselas.