El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) ha frustrado una serie de ataques terroristas en la ciudad de Stávropol, en el suroeste del país. Los agentes detuvieron al sospechoso, que resultó ser ciudadano de uno de los países de Asia Central, que actuaba siguiendo las instrucciones provenientes desde Ucrania.
El detenido es partidario de una asociación paramilitar ucraniana considerada en Rusia como organización terrorista, indicó el FSB en un comunicado de este miércoles. Su supervisor le mandaba instrucciones por Telegram desde Ucrania, explicando cómo hacer cócteles molotov con explosivos de fabricación casera.
Los objetivos de los ataques iban a ser edificios gubernamentales y militares de la región de Stávropol: sedes locales del Ministerio del Interior y del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia, una comisaría militar, un hospital militar y el edificio de la Administración del distrito Promýshlenny de la ciudad de Stávropol.
Para perpetrar los atentados, el hombre inspeccionó el territorio y adquirió las sustancias químicas y piezas necesarias para confeccionar los artefactos explosivos. Las fuerzas del orden confiscaron en domicilio del delincuente botellas con mezclas incendiarias, junto con los dispositivos de comunicación con instrucciones de su superior ucraniano.
«Después de cometer los ataques terroristas, planeaba ir a Ucrania y unirse a las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania», informó el Servicio Federal de Seguridad ruso, que abrió un caso penal en su contra.
Ahora, el detenido, al que se le imputan cargos por terrorismo, enfrenta hasta 20 años de cárcel.