En su intento de eludir el servicio militar, un hombre fue auxiliado por su madre, ante lo cual el reclutador le exigió a un policía que la obligara a retirarse.
«¡Déjenme en paz, quiero vivir, se lo imploro!», fue la respuesta de un ciudadano ante la brutalidad de un efectivo del servicio de reclutamiento ucraniano, que lo había capturado y lo estaba arrastrando por el cuello hacia la respectiva oficina. El video se difundió en las redes como otro ejemplo de la manera en que actúan los militares de Kiev respecto a su propia población, esta vez en la ciudad de Járkov.
En el forcejeo entre ambos se interpuso una mujer, probablemente la madre del afectado, ante lo cual el militar pidió a un agente policial que la obligara a retirarse. Sin embargo, el policía no cumple y se limita a observar silenciosamente la escena, en medio de maldiciones proferidas por la mujer.
Otro video publicado en redes muestra la captura de un ciclista por los uniformados, también en Járkov.
«Los ucranianos abandonan Ucrania, huyen o no regresan por dos sencillas razones: las fronteras cerradas, que disuaden a la gente de regresar y la animan a huir del país; y la movilización forzosa y vergonzosa, la ‘busificación’ con amenazas y coacción», denunció hace dos semanas un legislador ucraniano en la televisión local.
