Estocolmo, 21 feb. Autoridades de Suecia informaron hoy que investigan una avería en el cable submarino de telecomunicaciones C-Lion1 en el mar Báltico, lo que incentivó la atención mediática sobre una zona conflictiva debido a intereses geopolíticos.
“Se ha iniciado una investigación preliminar por sabotaje para proporcionar a la policía las herramientas necesarias para esclarecer lo sucedido”, dijo un portavoz de la institución castrense al canal televisivo SVT News.
La infraestructura, ligada a Finlandia y Alemania, sufrió una cisura cerca de la isla sueca de Gotland, pero la empresa Cinia, operadora del C-Lion1, aseguró que el desperfecto no afectó el funcionamiento de la conexión.
“Tengo conocimiento desde hace un tiempo de las informaciones en los medios sobre una posible nueva rotura de un cable en el mar Báltico. El Gobierno está informado de forma continua por las autoridades correspondientes, que investigan lo ocurrido”, dijo el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, por la red social X.
A fines de 2024 hubo varios incidentes similares en el mar Báltico, entre ellos, los relacionados con enlaces Finlandia-Alemania, Suecia-Lituania y de Finlandia con Estonia y Alemania.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y nueve países ribereños del Báltico acordaron hace unas semanas lanzar una nueva misión (Baltic Sentry, o Centinela Báltico), bajo el pretexto de ofrecer protección a la infraestructura submarina crítica en la zona, mediante el uso de barcos, aviones, drones navales y otros medios.
La comisaria europea de Tecnología, Seguridad y Democracia y vicepresidenta de la Comisión Europea, Henna Virkkunen, confirmó la adopción de un Plan de Acción de la Unión Europea (UE) para la Seguridad de los Cables.
El proyecto incluye la creación de un nuevo centro en el mar Báltico para “detectar esos incidentes, en el mejor de los casos, antes de que ocurran”, indicó la funcionaria.
Estas acciones, explicó, serán implementadas de manera progresiva en 2025 y 2026 para fortalecer las medidas adoptadas por la OTAN y los integrantes de la UE.
Según la Comisión Europea, los cables de comunicación submarinos conectan a los estados miembros entre sí, vinculan islas con la zona continental del bloque y unen a la UE con el resto del mundo, al transportar 99 por ciento del tráfico de internet intercontinental.
La Fiscalía sueca descartó a principios de este mes la posibilidad de un sabotaje en los daños sufridos días antes por un cable submarino entre Suecia y Letonia en el Báltico y levantó la orden de confiscación de un barco que permanecía retenido como sospechoso.
Sin embargo, la posibilidad de un perjuicio premeditado marcó la intencionalidad de diversos reportes mediáticos difundidos hoy, en un contexto en el que la OTAN y sus socios de la UE insisten en la supuesta amenaza de Rusia y la necesidad de defender los intereses de Occidente en la región del Báltico.