Moscú, 20 feb. El gobierno de Kiev ya no podrá cambiar sustancialmente la situación en el campo de batalla, declaró hoy el jefe de la Dirección Operativa del Estado Mayor General de Rusia, coronel general Serguéi Rudskoy.
«El año anterior fue crucial para el logro de los objetivos de la operación militar especial. El enemigo perdió la posibilidad de fabricar el armamento y las municiones necesarias», dijo Rudskoy este jueves en una entrevista con el periódico Krasnaya Zvezda.
El general también comunicó que tan solo en 2024, el número de las bajas militares ucranianas, entre muertos y heridos, alcanzó 590 mil personas, y desde el comienzo de la operación militar especial superó un millón.
Además Rudskoy señaló que los militares rusos dominan alrededor del 75 por ciento del territorio de las regiones de la República Popular de Donetsk, Zaporozhie y Jersón, y queda por ocupar menos del uno por ciento en la República Popular de Lugansk.
En total, en 2024, las tropas rusas pusieron bajo su control cuatro mil 500 kilómetros cuadrados de territorio ocupado por el enemigo y durante dos meses de este año, 600 kilómetros cuadrados más.
Las fuerzas rusas llevan a cabo desde febrero de 2022 una operación militar especial para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se adhirieron a Rusia en septiembre de 2022.
Conforme al liderazgo ruso, los objetivos de la campaña militar son detener «el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía el régimen ucraniano».
Igualmente atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
Ucrania es apoyada militarmente por la mayoría de los países de la OTAN, el bloque bélico que encabeza Estados Unidos.