«Los contribuyentes están pagando la factura de la inmigración ilegal», afirma la Casa Blanca.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó en la noche de este miércoles una orden ejecutiva que elimina cualquier beneficio federal financiado por los contribuyentes que pudiera estar destinado a «incentivar o apoyar la inmigración ilegal».
Según declaró la Casa Blanca en una nota informativa, «los contribuyentes están pagando la factura de la inmigración ilegal», por lo que la disposición busca garantizar que los recursos tributarios se utilicen para «proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses». «Trump está comprometido a salvaguardar los beneficios públicos federales para los ciudadanos estadounidenses que realmente los necesitan, incluidas las personas con discapacidades y los veteranos», agrega el texto.
En concreto, la orden exige a todas las agencias federales identificar los programas que actualmente brindan beneficios financieros a indocumentados y tomar «todas las medidas apropiadas», así como implementar mejoras en la verificación de elegibilidad para evitar que tales ayudas sean captadas por cualquier persona que se encuentre ilegalmente en el país.
Asimismo, insta a que los fondos federales destinados a estados y municipios no se utilicen para apoyar «políticas de santuario» que busquen «proteger a los inmigrantes ilegales de la deportación».
«Reducir el despilfarro»
Según la Casa Blanca, la administración anterior facilitó el aumento de la inmigración ilegal «desviando dólares y servicios esenciales» de la ciudadanía, «mientras que los presupuestos estatales y locales se ven cada vez más limitados».
Pese a que las personas que se encuentran ilegalmente en EE.UU. por lo general no pueden acceder a los programas de asistencia social vigentes, excepto para atención médica de emergencia, la orden señala que anteriores gobiernos actuaron para «socavar los principios y limitaciones» establecidos a través de ley que rige estos beneficios. «En particular, la administración anterior socavó repetidamente los objetivos de esa ley, lo que resultó en el gasto indebido de importantes recursos de los contribuyentes», señala la orden ejecutiva.
La Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense calcula que los contribuyentes del país pagan al menos 182.000 millones de dólares anuales para cubrir los costos incurridos por la presencia de 20 millones de inmigrantes ilegales y sus hijos. Al respecto, su presidente, Dan Stein, afirmó que la orden de Trump ayudará a «poner fin a la inmigración ilegal y reducir el despilfarro y el gasto público».
