París, 17 feb. La búsqueda de la paz en Ucrania entra hoy en una semana de expectaciones con una reunión aquí de potencias europeas que intentan ser parte de un proceso que perfilarán Estados Unidos y Rusia en Riad.
El fin de semana se precipitaron los acontecimientos en torno a un conflicto próximo a cumplir tres años, con una Conferencia de Seguridad de Múnich que acentuó las diferencias entre Washington y sus aliados europeos, a todas luces relegados en las previsibles negociaciones de paz por el presidente Donald Trump.
Pese a una suerte de juego al policía bueno y al malo respecto al papel de Europa, el enviado especial de Trump para Ucrania, Keith Kellogg, se quitó la máscara diciendo abiertamente que su jefe no cuenta con el aporte del viejo continente.
Las señales son varias y claras, entre ellas la decisión del presidente estadounidense de abordar el espinoso asunto primero con su par ruso, Vladimir Putin, e informar después al mandatario ucraniano, Volodímir Zelensky.
Esto explica que potencias de la Unión Europea (UE) y el Reino Unido fueran invitados a París por el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, para evaluar el escenario y las posibles posiciones.
Hasta ahora Bruselas ha aceptado el pulso con Trump con el respaldo a Zelensky y a la cruzada antirrusa, pese a que el republicano rompió -como prometió- la postura de su predecesor, el demócrata Joe Biden, quien destinó miles de millones de dólares y modernas armas a Kiev.
También Londres sigue en ese papel, al punto de que ayer su primer ministro, Keir Starmer, ofreció despachar tropas a Ucrania para garantizar su seguridad en caso de que se firme la paz.
Las apuestas de los expertos se inclinan de manera abrumadora hacia una Europa doblegada, y peor aún, marginada, de ahí el interés en las conclusiones de la reunión de este lunes en París.
Presentada por el canciller anfitrión, Jean-Noël Barrot, como “una reunión de trabajo” sin abundar en detalles, el encuentro debe atraer además de a Macron, a los líderes de Alemania, Dinamarca, España, Italia, Países Bajos, Polonia y Reino Unido.
También estarían presentes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Sin embargo, la atención se centra en otro foro, con la capital de Arabia Saudita de sede, donde diversas fuentes indican que tendrá lugar mañana un intercambio de criterios entre Estados Unidos y Rusia sobre la guerra, derivado del reciente diálogo telefónico Trump-Putin.
Ayer funcionarios estadounidenses señalaron que el secretario de Estado, Marco Rubio, encabezará la delegación de Washington, a quien acompañarían el consejero de Seguridad Nacional Michael Waltz y otros miembros de la administración Trump.
Se trata de un primer cara a cara Estados Unidos-Rusia para discutir sobre el fin del conflicto, el cual sugiere, según declaraciones ya hechas por voceros del país norteño, una salida complicada para Ucrania, que no podría pensar en recuperar sus fronteras del 2014 ni en ingresar a la OTAN.