Las Brigadas Ezzedin Al-Qassam confirman el martirio del comandante Muhammad Shahin (Abu al-Baraa), en ataque israelí contra el coche en que viajaba en Sidón, sur de Líbano.
En un comunicado difundido este lunes, las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, el ala militar del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), destacan el papel relevante del mártir Shahin y sus huellas en el camino de la yihad, la Resistencia y el enfrentamiento a la ocupación, comenzando por la Intifada de Al-Aqsa y llegando hasta la operación Tormenta de Al-Aqsa, señalando que durante este período ocupó varias posiciones avanzadas.
Las Brigadas Al-Qassam señalan que el líder mártir ‘Abu Al-Baraa’ concluyó su yihad, uniéndose a las filas junto a su hermano, el ingeniero mártir Hamza Shahin, y “aquellos hermanos mártires puros que lo precedieron”.
A su vez, la Agencia Nacional de Noticias de Líbano (ANN) ha detallado de que el bombardeo fue dirigido contra un vehículo que circulaba por la carretera marítima de acceso a la ciudad de Sidón a unos 50 kilómetros al norte de la frontera con las tierras ocupadas palestinas.
El régimen sionista ha dicho, por su parte, que el ataque fue dirigido contra el miembro de HAMAS Muhamad Shahin, a quien identificaron como jefe del Departamento de Operaciones del movimiento en Líbano.
Equipos de bomberos lograron extinguir el incendio causado por el ataque, mientras que la defensa civil pudo sacar un cadáver del interior del automóvil y lo trasladaron al hospital de Sidón, donde se intentará determinar la identidad del cuerpo.
Este nuevo ataque tiene lugar a horas de que expire la ampliación del alto el fuego acordado el pasado 27 de noviembre, que puso fin a la agresión israelí al sur del Líbano, y que fue prolongado hasta el 18 de febrero. El texto pide prohíbe a ambos bandos realizar ataques contra el otro, algo que el régimen de apartheid israelí no ha respetado.
La ONG Human Rights Watch (HRW) denuncia este lunes que los ataques israelíes en el sur del Líbano destruyeron infraestructuras y servicios públicos, lo que impide que “decenas de miles de libaneses” puedan regresar a sus hogares.
“La demolición deliberada de viviendas e infraestructuras civiles por parte de Israel y el uso de armas explosivas en zonas pobladas están haciendo imposible que muchos residentes regresen a sus aldeas y casas”, señala en un comunicado el investigador para el Líbano de HRW, Ramzi Kaiss.