Vucic revela cuánto dinero invirtieron desde el extranjero para derrocar al Gobierno serbio

«No tienen nada que ofrecer al pueblo, solo odio», comentó el presidente de Serbia.

Alrededor de 3.000 millones de euros llegaron desde el extranjero a Serbia para derrocar al Gobierno, afirmó el lunes el presidente serbio, Aleksandar Vucic, en una entrevista concedida a TV Pink.

«Estoy, literalmente, fascinado por el hecho de que ahora se esté revelando cuánto dinero han invertido en mi destrucción y en la destrucción de Serbia», afirmó Vucic. «Ahora que he empezado a hacer los cálculos, invirtieron, Dios mío, 3.000 millones [de euros] en total en esos diez años. Y el dinero que invirtieron en los últimos cuatro años para derribar a Serbia es increíble», dijo.

Según el mandatario, a medida que el país empezaba a «crecer exponencialmente», iban destinando más dinero a su destrucción. «Y a ellos no les importa la gente de aquí, que fue sacada a las calles, por el derramamiento de sangre y todo lo demás», continuó.

En el mismo contexto, Vucic precisó que entre las razones por las que hubo tales inversiones se encuentra «la destrucción de la política libre e independiente de Serbia». Además, se intentó socavar la posición del país en el escenario internacional para que siempre estuviera «dramáticamente detrás de Croacia, Bulgaria, Eslovenia y así sucesivamente, para que nunca pudiera acercarse a ellas».

«Y, en tercer lugar, y más importante, deben actuar como en un teatro de marionetas, para que su palabra sea la única escuchada y la única atendida. El que no escucha, el que desobedece, no es apto. Hay que eliminarlos», aclaró Vucic.

«Por eso teníamos protestas siete meses al año. Y, ahora, pensaban que este era el final. Y se sorprenden de que no sea así. Y no lo será. Y se los digo ahora: no habrá revoluciones sangrientas ni ningún tipo de tonterías», aseguró el líder serbio. En este sentido, subrayó que «los estudiantes [que protestan] no son tontos y no están en su teatro de marionetas como imaginaban».

Además, Vucic observó que los intentos de derribar el Gobierno serbio no tienen «ningún contenido político». «No tienen nada que ofrecer al pueblo, solo odio. El odio es suficiente para demoler un edificio, para entrar en un edificio, pero no es suficiente para el futuro del país«, señaló.

 

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