Budapest, 7 feb. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, reconoció hoy que su país estuvo bajo presión constante por parte de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), destacó la emisora de radio Kossuth.
Cuando un país con 10 millones de habitantes sufre una enorme presión desde el exterior, no puede sobrevivir. Éramos la oveja negra de Occidente, afirmó el político.
Según Orban, los demócratas odiaban a Hungría por sus posiciones opuestas sobre la situación en Ucrania, así como sobre cuestiones migratorias y de género.
En los últimos tiempos, la situación ha cambiado, señaló Orban, al añadir que espera la ampliación de los lazos económicos y políticos entre los países.
Orban también se refirió a la debilidad de Europa y su incapacidad para resolver por sí sola la situación en Ucrania.
La UE habla constantemente de ser un actor global, pero no puede controlar la situación en su propia región, sostuvo Orban.
Anteriormente, Viktor Orban había dicho que el recién llegado a la Casa Blanca el presidente norteamericano, Donald Trump, puso el mundo patas arriba en cuestión de días, incluyendo el fin de su apoyo a la acción militar en Ucrania.
En opinión del primer ministro húngaro, la UE ve acercarse el tornado Trump, pero por ahora cree que puede evitarlo.