La nave Shahid Bagheri, equipada con una pista de 180 metros de largo, servirá a las fuerzas iraníes como plataforma naval móvil para misiones con drones y helicópteros en los océanos.
La Fuerza Naval de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) incorporó este jueves a su flota un nuevo buque militar capaz de lanzar drones, recoge el medio iraní Press TV. El acto de inauguración se realizó en la estratégica ciudad portuaria de Bandar Abbás, en el sur del país.
La nave, Shahid Bagheri, está equipada con una pista de 180 metros de largo y servirá a las fuerzas iraníes como plataforma naval móvil para misiones con drones y helicópteros en los océanos, clave para afianzar la presencia iraní en el golfo Pérsico. Podrá transportar helicópteros y varios tipos de vehículos aéreos no tripulados, así como lanzar y recuperar buques de combate ligeros y rápidos.
«La incorporación de este buque a la flota naval de los CGRI es un paso importante para aumentar las capacidades de defensa y disuasión de la República Islámica de Irán en aguas distantes y mantener la seguridad de los intereses nacionales del país», declaró el comandante de la Armada de los CGRI, el contralmirante Alireza Tangsiri, que estuvo presente en la ceremonia.
Incorporación clave en la Armada iraní
En detalle, el alto cargo explicó que el buque está en condiciones de realizar misiones durante un año entero en aguas distantes sin necesidad de repostar gracias a un alcance operativo de 22.000 millas náuticas (40.744 kilómetros).
Asimismo, señaló que puede atacar varios tipos de aviones pequeños y misiles de defensa aérea, puesto que está equipado con sistemas defensivos de corto y mediano alcance, así como equipos de inteligencia y una torre de control de vuelo.
Además de detectar señales electrónicas, el navío es capaz de transportar y emplear buques submarinos guiados, junto con cañones tierra-superficie de largo alcance y misiles de crucero, aseveró Tangsiri.
El buque fue diseñado como portacontenedores comercial y luego fue modificado para servir en la Armada iraní. En ese sentido, el contralmirante afirmó que se necesitaron dos años para completar el trabajo.
