La Administración Trump reinstauró y amplió la ‘lista negra’ que veta transacciones con entidades vinculadas con militares, inteligencia o servicios de seguridad de Cuba.
Cuba expresa su rechazo a la política de mano dura de Estados Unidos, después de que la Administración de Donald Trump decidiera revocar la decisión de retirar a la nación caribeña de la lista de patrocinadores del terrorismo, tomada por Joe Biden días antes de dejar la Presidencia, poniendo así fin a un breve deshielo.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció este viernes la reinstauración y ampliación de la Lista Restringida de Cuba, que veta transacciones con entidades vinculadas con los militares, inteligencia o servicios de seguridad cubanos.
Tras acusar al Gobierno cubano de apoyar «actos de terrorismo internacional», Rubio aplaudió la inclusión del país por parte de Trump en la lista de los patrocinadores del terrorismo, porque —dijo— allí es «donde pertenece».
Por su parte, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, declaró que La Habana rechaza las decisiones anunciadas por el secretario de Estado estadounidense y los «pretextos engañosos con que pretende justificar lo injustificable«. «Al igual que las medidas del 20 enero, no existe apoyo al nuevo atropello gratuito al pueblo de Cuba», escribió en X.
Según Rodríguez, «endurecer medidas criminales contra el pueblo cubano provocará mayores carencias, separación y aumento emigración». Asimismo, el canciller cubano calificó el retorno de EE.UU. a la política dura contra su nación de «nuevo acto provocador» que busca utilizar el tema de Cuba «para promover irresponsables escenarios de confrontación con fines y resultados contrarios a proclamados».