El hombre participó en la ofensiva del régimen de Kiev contra la población civil en la provincia rusa de Kursk.
El Comité de Investigación de Rusia ha concluido las pesquisas en el marco del caso penal contra el ciudadano británico James Scott Rhys Anderson, exmilitar capturado por el Ejército ruso en la provincia de Kursk en noviembre del año pasado tras unirse a la ofensiva del régimen de Kiev.
Ahora serán los jueces los que decidirán su futuro. El hombre está acusado de cometer un acto terrorista y participar en actividades delictivas contra la población civil como mercenario.
Se determinó que Anderson «participó directamente en el conflicto armado como mercenario en el territorio de la Federación Rusa a cambio de una remuneración económica» y cruzó la frontera rusa ilegalmente a mediados de noviembre de 2024, armado con un rifle de asalto y explosivos, «persiguiendo el objetivo de intimidar a la población, causar importantes daños materiales y desestabilizar a las autoridades» locales.
Cuando terminó capturado por las fuerzas rusas, el tribunal dictó encarcelamiento preventivo mientras seguían en curso las investigaciones. A lo largo de estos meses los efectivos interrogaron a los testigos y estudiaron los documentos y resultados de los exámenes forenses, reuniendo «pruebas irrefutables en la causa penal que confirman plenamente la culpabilidad del acusado».
El Comité de Investigación remitió el caso al Segundo Tribunal Militar de Distrito del Oeste de Rusia, donde se llevará a cabo el juicio que va a determinar el castigo por los crímenes cometidos.