La nueva administración del país árabe se mostró dispuesta a «colaborar con todas las partes interesadas en construir un futuro para Siria basado en la justicia, la dignidad y la soberanía».
Rusia y Siria buscan mantener sus relaciones históricamente estables y mutuamente beneficiosas, afirmó el viceministro de Exteriores ruso, Mijaíl Bogdánov, tras encabezar este martes la primera visita de una delegación del país a la nación árabe desde que cambió el poder allí el mes pasado.
La delegación rusa contó con la participación de representantes de varias agencias gubernamentales, quienes mantuvieron el martes conversaciones con el nuevo líder sirio, Ahmed al Sharaa. A la reunión también asistieron el ministro sirio de Exteriores, Asaad al Shaibani, y el ministro de Sanidad, Maher al Sharaa.
«El diálogo se llevó a cabo en un ambiente constructivo y práctico, y se hizo énfasis en la naturaleza amistosa de las relaciones entre nuestros países desde que Siria obtuvo la independencia después de la Segunda Guerra Mundial», declaró Bogdánov en una entrevista exclusiva con RT en árabe.
El viceministro señaló que ambas partes coinciden en sus enfoques fundamentales dirigidos a «preservar la integridad y la independencia de la República Árabe Siria».
«Subrayamos que los acontecimientos vividos por Siria en los últimos años y el cambio que se ha producido en el liderazgo de la nación no cambiarán la naturaleza de las relaciones entre nuestros dos países y que Rusia siempre está dispuesta a ayudar a estabilizar la situación y alcanzar soluciones adecuadas para diversos problemas económicos y sociales», declaró.
Se abordaron también las relaciones comerciales y económicas bilaterales, donde con ayuda de la URSS y Rusia se construyeron importantes infraestructuras hidroeléctricas, petroleras, agrícolas, ferroviarias, de irrigación y de fertilizantes. «El trabajo en estos proyectos debe continuar con las nuevas autoridades en Siria», comentó Bogdánov.
Al abordar el tema de la base naval y otra base aérea que Rusia mantiene en el país árabe, el viceministro indicó que «hasta ahora no ha habido cambios en el estado de las instalaciones rusas en Tartus y Jmeimim, y se acordó continuar el diálogo en profundidad sobre varios aspectos de la cooperación bilateral».
La Cancillería rusa comunicó a su vez que durante las conversaciones en la capital siria «se acordó continuar los contactos bilaterales con vistas a alcanzar los acuerdos pertinentes con el ánimo de seguir reforzando los multifacéticos lazos y el entendimiento mutuo entre Moscú y Damasco, incluidos los aspectos de política exterior».
Por su parte, desde Damasco expresaron que «la nueva administración siria hizo hincapié en su compromiso de colaborar con todas las partes interesadas en la construcción de un futuro para Siria basado en la justicia, la dignidad y la soberanía«.
Al Sharaa se convirtió en el líder de facto de Siria a principios de diciembre después de que su grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham* lanzara un ataque sorpresa contra Damasco, obligando al expresidente Bashar al Assad a abandonar el país.
* EE.UU., Turquía, Rusia e Irán se encuentran entre los países que, junto con la ONU, consideran a Hayat Tahrir al Sham como grupo terrorista.