El dirigente húngaro vinculó directamente el asunto a la seguridad energética del país.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, puso el viernes condiciones bajo las cuales Budapest no obstaculizará la ampliación de las sanciones de la Unión Europea contra Rusia.
«El sistema de sanciones es malo tal como está, especialmente para nosotros. No lo vetamos porque la unidad europea en un asunto así es importante. Sin embargo, la economía húngara ha perdido 19.000 millones de euros [unos 20.000 millones de dólares] a causa de las sanciones», indicó durante una entrevista a medios locales. «Ahora vuelve a estar sobre la mesa la cuestión de la ampliación de las sanciones, y yo he puesto el freno de mano», añadió.
«Si los ucranianos quieren ayuda, deberían reabrir el gasoducto y permitirnos traer el gas que necesitamos», continuó, señalando que esto exigirá solo «una llamada telefónica desde Bruselas».
También pidió garantías a Kiev para que la principal ruta alternativa de suministro de gas a Budapest, TurkStream, no sufra posibles ataques y para que también se protejan las rutas de suministro de petróleo al país.