«El efecto de este cambio será mejorar la seguridad nacional y la seguridad pública, al tiempo que reducirá los costos gubernamentales», precisa el documento pertinente.
La Administración de Donald Trump ha ampliado este martes los poderes de los funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas permitiéndoles deportar de EE.UU. a inmigrantes indocumentados bajo el llamado procedimiento de expulsión acelerada, es decir, sin una decisión judicial.
De ese modo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) podrá deportar con mayor rapidez a los inmigrantes que no puedan demostrar que han estado en el territorio estadounidense más de dos años.
Anteriormente, esa práctica se implementaba principalmente en los estados del sur, la zona de EE.UU. con un mayor flujo de inmigrantes ilegales, señala The New York Times. Sin embargo, la nueva normativa permite implementarla en todo EE.UU.
«El efecto de este cambio será mejorar la seguridad nacional y la seguridad pública, al tiempo que reducirá los costos gubernamentales, al facilitar determinaciones rápidas en materia de inmigración», reza el documento, publicado el 21 de enero.
Por su parte, Kathleen Bush-Joseph, analista de políticas del Migration Policy Institute, explicó que, «a diferencia de los largos procedimientos judiciales de inmigración que pueden llevar años, la expulsión acelerada se puede realizar en cuestión de horas«. La experta agregó que, a partir de ahora, los inmigrantes deberán presentar documentación que demuestre que «han estado en el país durante más de dos años, tienen un estatus legal o un derecho a protección como el asilo» si no quieren ser deportados del territorio estadounidense.
Emergencia nacional
Asimismo, horas después de su toma de posesión como 47.º presidente estadounidense, Donald Trump firmó una orden ejecutiva en la que declara una «emergencia nacional» en la frontera entre EE.UU. y México, abriendo el camino al envío de tropas a la frontera sur.
También ordenó revisar el programa de admisión de refugiados para alinearlo mejor con los principios e intereses estadounidenses, así como anular la ciudadanía de forma automática para los hijos de inmigrantes ilegales que nazcan en Estados Unidos.
«Comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de los que vinieron«, afirmó el mandatario. El político aseguró que «detendrá la invasión» de fronteras de EE.UU., y advirtió que las medidas de seguridad fronteriza durante su segundo mandato «serán el esfuerzo más agresivo para restaurar las fronteras» del país.
Además, Trump prometió el pronto inicio de «la mayor operación de deportación en la historia de EE.UU.», que, pronosticó, será «aún mayor que la del presidente Eisenhower».