«La realidad es que están en la posición de un peticionario», aseveró el primer ministro de Hungría.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, considera que Ucrania habla con los países de Europa oriental como si fueran sus siervos, cuando en realidad es un peticionario cuya situación no le permite dictar condiciones.
En una rueda de prensa conjunta con su homólogo eslovaco, Robert Fico, el líder húngaro advirtió a Kiev de dejar de hablar con Budapest «como si nos insultara, como si fuéramos siervos«. «Así que, si Ucrania quiere hacerse un bien, debería arreglar las relaciones con Eslovaquia, arreglar las relaciones con Hungría», destacó, agregando que Kiev tiene que mostrar respeto a sus países vecinos.
«Hoy, cuando escucho a los líderes ucranianos, les oigo dictar. Pero han perdido una quinta parte de su país. Su industria está en ruinas. No se pueden mantener. Y actúan como si pudieran dictarnos sus condiciones. Pero la realidad es que están en la posición de un peticionario«, aseveró. Según Orbán, si el régimen de Kiev «sigue siendo agresivo y hostil, perderá». «Acabaremos enfadándonos y tomaremos represalias. Es inaceptable la forma en que los kievitas intentan controlar y moldear hoy las relaciones con los países centroeuropeos», subrayó, refiriéndose a la decisión de Ucrania de cortar el tránsito de gas ruso.
El primer ministro aprovechó su intervención para pronunciarse en contra de la adhesión de Ucrania a la OTAN, argumentando que su ingreso en la Alianza significaría una guerra directa contra Rusia. «El ingreso de Ucrania en la OTAN no está sobre la mesa y no lo estará», manifestó. Orbán expresó la misma opinión sobre la adhesión de Kiev a la UE. «Lo cierto es que, si Ucrania ingresara hoy en la UE, destruiría a Hungría. La UE no tiene dinero para admitir a Ucrania, y nosotros no queremos destruir nuestro propio país. No admitiremos a Ucrania en la Unión Europea al precio de destruir la economía húngara», sostuvo.