SEÚL — El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue trasladado a una celda individual en un centro de detención de Seúl después de que una corte dictaminara el 18 de enero su ingreso en prisión por encabezar una rebelión, según informó la agencia Yonhap.
«Yoon fue trasladado a una celda de 12 metros cuadrados en el centro de detención de Uiwang, en el sur de Seúl», indicó el medio citando al responsable del Sistema Correccional de Corea, Shin Yong-hae.
El funcionario precisó que la celda es habitualmente para seis personas detenidas.
Un grupo de seguidores de Yoon atacó el 19 de enero la sede del tribunal que dictó prisión preventiva contra el presidente en ejercicio, causando graves destrozos. Según los informes, al menos 86 vándalos fueron detenidos por las fuerzas de seguridad.
El presidente interino, Choi Sang-mok, ministro de Finanzas de Yoon, deploró el violento incidente en el edificio de la corte.
«Lamento profundamente los actos violentos ilegales que se produjeron en el Tribunal del Distrito Occidental de Seúl», comentó Choi.
El 3 de diciembre, el mandatario decretó la ley marcial en el país para evitar ser destituido y acusó a la oposición de simpatizar supuestamente con Corea del Norte, una afirmación que las fuerzas opositoras tacharon de «ridícula». Yoon cerró el Parlamento, prohibió las actividades de los partidos políticos y puso los medios de comunicación bajo control de los militares.
Posteriormente, la mayoría de los diputados lograron entrar en el edificio del Parlamento y votaron a favor del levantamiento de la ley marcial, que finalmente Yoon tuvo que aceptar.
El 14 de diciembre, la Asamblea Nacional apoyó la destitución de Yoon con 204 votos a favor y 85 en contra. El primer ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, asumió interinamente el cargo de jefe de Estado, pero también fue destituido por el Legislativo.