Este lunes se presentó en el juicio la madre de uno de los recién nacidos que fallecieron tras ser inyectados con potasio e insulina.
Este lunes se celebró en Argentina una nueva audiencia en el juicio que investiga la muerte de cinco bebés recién nacidos ocurrida en 2022, en el Hospital Materno Neonatal ‘Dr. Ramón Carrillo’ de la ciudad de Córdoba, en la provincia homónima.
En la jornada se presentó a declarar Yoselín Rojas, madre de Angeline, una de las niñas fallecidas que motivó el inicio de una investigación, que reúne un total de 11 imputados, informó el canal local El Doce.
En su testimonio, Rojas apuntó contra una de las principales acusadas, la enfermera Brenda Agüero, quien, como trabajadora del servicio de obstetricia del centro de salud, habría intervenido en el cuidado de los cinco menores fallecidos.
La mujer dijo que, al ver a Agüero a través de los medios, la reconoció como la enfermera que se llevó a su hija al nacer, 15 minutos después de lo cual le informaron que había sufrido un paro cardio respiratorio.
«Me la arrebataron»
Conmovida frente al tribunal, Rojas dijo que ese trágico día la enfermera acusada la miraba «raro y de reojo», aunque que no sabría interpretar si era «con lástima u odio».
Sin embargo, aclaró que no cree que ella haya sido la única responsable por la muerte de su beba, y reclamó justicia con todas las personas involucradas. «No tenía ni un día de vida y me la arrebataron. Arrebataron bebés que no deberían morir», añadió ante la prensa.
Los resultados de dos autopsias revelaron que los niños tenían un alto nivel de potasio en sangre, incompatible con la vida. Se sospecha que Brenda Agüero habría inyectado potasio e insulina a los menores que tenía a su cuidado.
La semana pasada, Agüero fue citada a declarar en el juicio, defendió su inocencia y señaló que está siendo «bombardeada» sin pruebas. La enfermera está imputada de homicidio calificado por procedimiento insidioso contra cinco niños y tentativa de homicidio calificado contra otros ocho recién nacidos.
