Debido a la negativa del gas ruso, la UE «es rehén del carísimo GNL estadounidense»

La Unión Europea (UE) es el rehén del gas natural licuado (GNL) de EEUU, destaca a Sputnik el exmiembro del Parlamento Europeo Notis Marias. En su opinión, Europa sentirá más las consecuencias de rechazar el combustible ruso con las nuevas sanciones contra el sector energético del país euroasiático por parte de Washington.

El 10 de enero, la Administración del presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, impuso sanciones a más de 200 empresas e individuos vinculados al sector energético ruso, así como a más de 180 buques. Las restricciones tienen como objetivo limitar el acceso de Moscú a los mercados internacionales y reducir los ingresos recibidos por las exportaciones de petróleo y gas.

Como parte del paquete, también se introducen sanciones contra las empresas asociadas con la extracción y procesamiento de recursos energéticos, así como contra los barcos involucrados en su transporte. Desde el país euroasiático consideraron de infundada e ilegítima la decisión de Washington.

«Ya en noviembre de 2024, las importaciones de GNL estadounidense a Europa representaban el 68% del total, frente a solo el 48% en octubre de 2024, lo que provocó un aumento de las importaciones de GNL estadounidense a precios elevados», destaca Notis Marias.

En 2024, agrega, el 55% de las exportaciones estadounidenses de este combustible se destinan a Europa, el 34% a Asia y el 11% a Latinoamérica.

Hace 12 años, ni siquiera los partidarios más optimistas de la estrategia estadounidense, encaminada a hacer que la UE sea
«independiente» del barato combustible ruso y convertir al continente en «rehén del costoso GNL» del país norteamericano, no podían imaginar tal desarrollo de los acontecimientos, explica el experto.

Marías indica que el combustible del país euroasiático ya era significativamente más barato debido a la proximidad de la UE a Rusia y, al mismo tiempo, ya se habían construido los gasoductos necesarios para transportar el combustible ruso al mercado europeo.

«Pero ahora muchos en la UE han comenzado a temblar ante la idea de que la UE es rehén del carísimo GNL estadounidense y es completamente dependiente de las payasadas de [ganador de las elecciones presidenciales de EEUU, Donald] Trump, que amenaza a la UE con aranceles si no compra aún más petróleo y gas estadounidenses», subraya el experto.

Europa se enfrenta a una nueva crisis energética, debido a la disminución de las reservas de gas, la llegada del frío y las sanciones impuestas por EEUU contra el banco ruso Gazprombank, que realizaba las transacciones de pago de los importadores del combustible ruso.

El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que su país no niega a nadie el suministro de sus recursos energéticos. Sin embargo, Bruselas, representada por la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sigue insistiendo en una ruptura total con el sector energético ruso y en el rechazo definitivo de la energía procedente de Rusia en favor de suministros alternativos más costosos.

 

 

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