El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, dio este jueves declaraciones sobre la situación política en Venezuela, las primeras desde su victoria en noviembre pasado, a través de un post en el que se refirió al excandidato Edmundo González Urrutia como «presidente electo».
«La activista por la democracia venezolana María Corina Machado y el presidente electo [Edmundo] González están expresando pacíficamente las voces y la voluntad del pueblo venezolano, con cientos de miles de personas manifestándose en contra del régimen», escribió el magnate republicano en su red Truth Social, en referencia a una concentración convocada por Machado para esta jornada.
Trump aseguró asimismo que «la gran comunidad venezolana-estadounidense en EE.UU. apoya abrumadoramente una Venezuela libre» y la respaldó «firmemente».
«¡Estos luchadores por la libertad no deben sufrir daño, deben permanecer seguros y con vida!», completó.
¿Vuelve la máxima presión?
Esos comentarios salieron a la luz tras difundirse falsamente que Machado, cabeza del ala extremista de la oposición venezolana, había sido detenida por agentes pertenecientes a los cuerpos de seguridad, aunque posteriormente ella misma desmintió esa versión por medio de un video que hizo circular en las redes sociales.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro aseguró a inicios de este enero que estaba dispuesto a «pasar la página» e iniciar una nueva etapa en el relacionamiento entre Caracas y Washington. En el primer mandato de Trump, esa relación estuvo marcada por la imposición de una andanada de sanciones económicas y financieras, así como por el respaldo de la Casa Blanca al pretendido «Gobierno interino» del exdiputado Juan Guaidó y el apoyo a diversas tentativas sediciosas para expulsar a Maduro del poder.
Entretanto, González Urrutia, a quien el Gobierno saliente de Joe Biden le atribuyó la victoria en los comicios del pasado 28 de julio, está solicitado por la Justicia de su país en razón de su presunta responsabilidad en la comisión de varios delitos graves, entre los que se cuentan usurpación de funciones, desconocimiento de las instituciones del Estado y asociación para delinquir. Además, las autoridades ofrecieron una recompensa de 100.000 dólares por información sobre su paradero.
