Expertos explican que, aparte de no tener capacidad para contrarrestar al Ejército de EE.UU., el país escandinavo ha mermado considerablemente su propio arsenal tras proporcionar numerosas armas a Kiev.
Si el presidente electo estadounidense, Donald Trump, cumpliera durante su mandato su amenaza de anexionarse Groenlandia por medios militares, sería «la guerra más corta del mundo«, escribe Politico, citando a analistas. «No hay capacidad defensiva en Groenlandia. Los estadounidenses estaban al mando», señaló al periódico Ulrik Pram Gad, investigador principal del Instituto Danés de Estudios Internacionales.
En 1951, Washington y Copenhague, a quien pertenece la isla, firmaron el Tratado de Defensa de Groenlandia, que estableció el derecho de EE.UU. a construir bases militares y a desplazar fuerzas libremente por su territorio siempre que las autoridades danesas y groenlandesas se lo notifiquen.
Al mismo tiempo, se estableció en Groenlandia la base aérea de Thule, la mayor de la región ártica, donde se desplegó un contingente de hasta 10.000 personas y se estacionaron bombarderos estratégicos capaces de transportar armas nucleares. En 2023, la base aérea pasó a llamarse la base espacial Pituffik y cumple tareas del sistema de alerta de misiles y de control de la zona ártica.
Un arsenal mermado
«Dinamarca ha sido muy consciente de que no puede defender Groenlandia contra nadie por sí sola», indicó Kristian Soby Kristensen, investigador principal del Centro de Estudios Militares de la Universidad de Copenhague. «Si Trump intentara apoderarse del territorio por la fuerza, ‘la pregunta es: ¿Contra quién lucharían [los estadounidenses]? ¿Contra sus propios militares?’ Ya están allí», añadió.
Al mismo tiempo, el país escandinavo ha mermado considerablemente sus propios arsenales al proporcionar numerosos sistemas de artillería y tanques a Kiev. El medio destaca que EE.UU. tiene, con diferencia, el mayor presupuesto de defensa del mundo: el año pasado gastó 948.000 millones de dólares. Sus Fuerzas Armadas cuentan con 1,3 millones de efectivos, algunos de ellos estacionados actualmente en Groenlandia. En comparación, Dinamarca invirtió en 2024 9.900 millones de dólares, cuenta con solo 17.000 militares y la mayor parte de su equipo pesado de guerra terrestre ha sido donado a Ucrania.
En cualquier caso, el material bélico donado sería de poca utilidad para defender la isla ártica contra una eventual invasión estadounidense, apuntó Soby Kristensen. «La única forma de actuar allí es por aire o por mar. La guerra terrestre tiene muy poco sentido en Groenlandia», explicó.
- Trump ha revivido recientemente los llamamientos hechos durante su primera presidencia para que Groenlandia forme parte del país norteamericano, calificándolo de «una necesidad absoluta». El político republicano declaró esta semana que Dinamarca debería renunciar a la isla en favor de EE.UU. para garantizar la protección del «mundo libre». Asimismo, no descartó el uso de la fuerza militar para apoderarse de ese territorio.
- La idea fue rechazada por el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede. «Groenlandia es nuestra. No estamos a la venta y nunca lo estaremos. No debemos perder nuestra larga lucha por la libertad», indicó. Al mismo tiempo, tras las palabras de Trump, Copenhague decidió aumentar su gasto en defensa en la isla. Mientras, el líder groenlandés expresó su deseo de independizarse de Dinamarca, marcando un cambio significativo en la retórica que rodea el futuro de la isla.