ANKARA — El gobierno interino sirio mantuvo conversaciones con representantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y les exigió que se desarmen, informó el lunes el periódico turco Hurriyet, citando fuentes anónimas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró anteriormente que Turquía no aceptaría a miembros del PKK, considerados terroristas por Ankara, como representantes legítimos de los kurdos sirios. Mientras tanto, el líder del PKK, Abdullah Ocalan, que actualmente cumple cadena perpetua en la isla turca de Imrali, durante una reunión con miembros del partido pro kurdo DEM la semana pasada expresó su voluntad de dar un «paso positivo» hacia la solución de la cuestión kurda en el país.
Se han celebrado dos reuniones entre las nuevas autoridades sirias y representantes del PKK, que al parecer pedían el reconocimiento como división o cuerpo dentro del ejército oficial sirio a cambio del desarme. Las nuevas autoridades sirias no aceptaron ninguna condición, según el periódico turco.
El conflicto de Turquía con el PKK comenzó en 1984 y se reanudó en 2015. Turquía lanzó las operaciones Rama de Olivo y Fuente de Paz en Siria en 2018 y 2019, y la Operación Garra-Lock en Irak en 2022 a pesar de las protestas de Damasco y Bagdad. Ankara insistió en que las operaciones tenían como objetivo proteger sus fronteras de las amenazas a la seguridad planteadas por la milicia kurda.
La oposición armada siria tomó Damasco el 8 de diciembre. El presidente sirio, Bashar Assad, dimitió tras las negociaciones con los participantes en el conflicto sirio y abandonó Siria rumbo a Rusia, donde se le concedió asilo, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Mohammed al-Bashir, que dirigía una administración con sede en Idlib formada por Hayat Tahrir al-Sham y otros grupos de la oposición, fue nombrado primer ministro interino el 10 de diciembre. Anunció que se había formado un gobierno interino que permanecería en el cargo hasta marzo de 2025.