Hermann Goering, uno de los principales criminales nazis, dio su visto buenos al suministro de productos químicos alemanes a Estados Unidos a cambio de platino de uso industrial.
En la primavera de 1943, Estados Unidos, entonces aliado de la URSS en la coalición antinazi, preparó a través de sus servicios especiales la venta al Tercer Reich de materiales de importancia estratégica, según un documento desclasificado de los archivos del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, publicado en el portal de la biblioteca de la Presidencia rusa.
Una fotocopia de un informe de inteligencia enviado desde Estocolmo a Moscú, fechado el 24 de abril de 1943 –momento que los nazis se estaban preparando activamente para atacar a las tropas soviéticas en la región de Kursk– alertó de una propuesta para organizar un intercambio comercial entre Estados Unidos y la Alemania nazi a través de testaferros, cursada por un oficial de la Oficina de Servicios Estratégicos del país norteamericano, recoge RIA Novosti.
El remitente del informe era ‘Kin’, seudónimo operativo de Borís Rybkin, un destacado oficial de inteligencia soviético, que en ese momento era responsable de la red de espionaje en la capital sueca. El mensaje estaba dirigido a ‘Víktor’, es decir, a Pável Fitin, el legendario jefe de la inteligencia exterior soviética durante la Segunda Guerra Mundial.
«A finales de marzo, el príncipe Obolenski se acercó a Svatkovski, un empleado de la Cámara de Comercio Alemana, con una propuesta para organizar el intercambio de ciertos bienes entre Estados Unidos y Alemania a través de testaferros», informó Rybkin.
«Obolensky indicó que el príncipe Volkonski y un tal Bajtin participarán en esa transacción, y que la oferta parte de los estadounidenses, que necesitan ciertos productos químicos alemanes y acuerdan vender platino y diamantes de uso industrial a los alemanes, y que proveerán más detalles [de la propuesta] después de que los alemanes muestren su acuerdo en principio», reza el informe de Rybkin.
Según el agente soviético, Svatkovski informó sobre la propuesta de Obolenski al agregado comercial alemán, llamado Bérents.
«Por parte de los estadounidenses, el primer secretario [de la Embajada de EE.UU.] Karlson se ocupa de este asunto, y por la parte alemana, Berlín confió este asunto al representante local del Banco de Dresde, Ottokar von Knieriem», precisó Rybkin.
«Al mismo tiempo, el secretario de la Cámara de Comercio, Koch, voló a Berlín para informar, y de regreso dijo que Goering había dado instrucciones de continuar las negociaciones (…) e insistió en que el importe de esta transacción debería ascender al menos a 10 millones de coronas suecas», agregó.
Hermann Goering, uno de los principales criminales nazis, ocupó varios cargos simultáneamente en 1943, entre ellos el de vicecanciller de Alemania y el de comisario general de Materias Primas y Asuntos Monetarios.
Las partes llegaron a un acuerdo
«Como resultado de las negociaciones, los estadounidenses hicieron una propuesta específica de que podrían suministrar inmediatamente a los alemanes platino por valor de 25 a 30 millones de coronas, y que disponen de ese material en Europa (el intercambio debería realizarse en Portugal o Suecia) y pidieron una gama de productos químicos con los que los alemanes podrían compensar el platino», detalló el responsable de la inteligencia soviética en Estocolmo.
«Durante la última guerra [la Primera Guerra Mundial], este tipo de comercio floreció y la actual propuesta de los estadounidenses es el primer signo de ello», dijo por su parte Ottokar von Knieriem.