París, 17 dic. El departamento francés de ultramar de Mayotte vive un escenario crítico tras la devastación causada el sábado por el ciclón Chido, con el comienzo hoy de la búsqueda de víctimas en barrios pobres y zonas inaccesibles.
De momento, el balance oficial de fallecidos es de 22, pero el prefecto del archipiélago del Océano Índico, François-Xavier Bieuville, consideró que la cifra pudiera ser de cientos e incluso miles, mientras que el ministro del Interior galo, Bruno Retailleau, afirmó después de visitar la colectividad que tardará días y días conocer el daño humano.
El gobierno anuncia medidas, entre ellas un puente aéreo desde La Réunion y el envío de personal de la salud y de seguridad, en medio de denuncias de la población local por sentirse abandonada a su suerte y de críticas de la oposición.
La víspera, el presidente Emmanuel Macron señaló que viajará en los próximos días a Mayotte y adelantó que será decretado un duelo nacional.
En declaraciones a la cadena BFM TV, el secretario nacional del Partido Comunista Francés, Fabien Roussel, consideró que el Estado demora en reaccionar a la tragedia, en un departamento clasificado como el más pobre del país, en el que el ciclón afectó de manera severa las comunicaciones, la electricidad, el transporte y el acceso al agua y la comida.
Roussel abogó por un llamado de París a la ayuda internacional a Mayotte y cuestionó que el primer ministro recién nombrado, François Bayrou, participase ayer en el Consejo Municipal de Pau, donde sigue de alcalde, en lugar de viajar al archipiélago situado entre Madagascar y las costas de Mozambique.
Por su parte, la líder de la extrema derecha Marine Le Pen estimó que la situación es de urgencia vital y que el escenario de devastación despierta sentimientos de impotencia.
La Prefectura de la colectividad aplicará por instrucción de Macron un toque de queda entre las 22:00 y las 04:00, horas locales.