Dado el rápido deterioro de la situación en Siria, aún queda por ver si esta crisis podría poner en peligro un importante proyecto de infraestructura turco-iraquí conocido como la Ruta del Desarrollo.
El proyecto es una ruta comercial que consta de una carretera y un ferrocarril de doble sentido que se extendería desde la costa iraquí del Golfo Pérsico hasta la frontera entre Irak y Turquía.
Una vez finalizado, se espera que este proyecto se convierta en otro corredor de transporte entre Europa y Asia a través de Irak y Turquía, lo que facilitaría el flujo de mercancías y fortalecería los vínculos entre los participantes de este proyecto.
La implementación del proyecto de la Carretera de Desarrollo se complica por el hecho de que esta ruta atravesará zonas de Irak controladas de facto por entidades kurdas.
Turquía quiere utilizar la Vía del Desarrollo para disminuir la influencia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, al que Ankara considera una organización terrorista y que mantiene una presencia significativa en el Kurdistán iraquí.
Mientras tanto, los intentos de Turquía de que la Ruta de Desarrollo evite las principales ciudades de la región del Kurdistán iraquí se encontraron con la oposición del Gobierno Regional Kurdo (GRK).
La agitación actual en Siria también puede crear un riesgo adicional para el proyecto debido a la probabilidad de que los combates entre varias facciones sirias se extiendan a las zonas por las que pasará la nueva ruta comercial.