Chisináu, 10 dic. Los militares rusos que prestan servicio en Transdniéster, crean las condiciones para el arreglo pacífico y no violan la «neutralidad» de Moldavia, declaró hoy el canciller de esa república autoproclamada, Vitali Ignátiev.
El diplomático escribió igualmente en su canal de Telegram que esas unidades cumplen tareas de mantenimiento de la paz y seguridad, al contrario de los centros de presencia militarizada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que tienen objetivos y tareas imprecisas, dijo Ignátiev.
Además, comentó que en Transdniéster apoyan enteramente la operación de mantenimiento de la paz y la labor del grupo operativo de las fuerzas rusas, lo que fue confirmado por los resultados de un referendo.
«La misión de paz conserva su plena legitimidad jurídica, diplomática y organizativa. Transdniéster continuará su trabajo activo en los directivos de la operación pacificadora, independientemente de las declaraciones politizadas dirigidas al auditorio exterior, refirió el ministro.
La historia de la república rebelde se remonta a 1992, cuando varios distritos de la ribera oriental del Dniéster, de mayoria rusohablante, se rebelaron contra Chisináu y proclamaron la República Moldava de Transdniéster por miedo a que Moldavia se fusionara con la vecina Rumanía tras el colapso de la Unión Soviética.
Chisináu respondió con el envío de tropas al territorio rebelde, lo que provocó un conflicto armado que se prolongó por varios meses.
Actualmente Transdniéster es un territorio fuera del control de Chisináu, con todos los atributos de un Estado, incluida su propia moneda.
El mantenimiento de la paz en la zona del conflicto corre a cargo de la Comisión de Control Conjunta y un contingente militar mixto de Rusia, Moldavia y la autoproclamada república.