Pensar que Rusia no tiene líneas rojas y siempre cede «es un error muy grave»

La opinión de que Rusia no tiene ‘líneas rojas’ o está dispuesta a ceder constantemente es un error muy grave, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista al periodista estadounidense Tucker Carlson. Señaló que Moscú y Washington no están oficialmente en guerra, aunque este último libra ‘una guerra híbrida’ contra Rusia en Ucrania.

«Si Occidente sigue la lógica anunciada por algunos que últimamente dicen: ‘no crean que Rusia tenga líneas rojas. Sí, las declararon, pero estas líneas rojas se mueven’, es un error muy grave», señaló.

De este modo, el diplomático comentó el hecho de que Washington está financiando la guerra de Kiev contra Moscú y escaló recientemente la situación, en particular, permitiendo a Ucrania utilizar armas de largo alcance de fabricación estadounidense para golpear en profundidad del territorio ruso.

Al profundizar en este asunto, Lavrov observó que «oficialmente los dos países no están en guerra», pero lo que está ocurriendo en Ucrania entra en la categoría de ‘guerra híbrida’.

«Obviamente, los ucranianos no habrían podido hacer lo que están haciendo con armas modernas de largo alcance [ataques contra las regiones rusas de Kursk y Briansk a finales de noviembre] sin la participación directa de militares estadounidenses», aclaró.

El diplomático señaló que Rusia no quiere escalar la tensión, pero desde el momento en que se utilizan los misiles Atacms estadounidenses y otras armas de largo alcance para atacar su territorio, está «enviando señales».

«Esperamos que la última señal [golpe del 21 de noviembre contra instalaciones del complejo militar-industrial en Ucrania] con el nuevo sistema [de misiles balísticos] Oreshnik haya sido tomado en serio», consideró.

Al mismo tiempo, Lavrov reiteró que no fue Rusia quien comenzó el conflicto armado. En sus palabras, el inicio de la operación militar especial en Ucrania fue motivado por el deseo de Moscú de poner fin a la guerra «que el régimen de Kiev estaba librando contra su pueblo en Donbás» y por el incumplimiento por parte de Kiev de los acuerdos firmados en Minsk, que prevén un arreglo pacífico de la situación en la región.

«Estábamos realmente interesados en poner fin a esto [el enfrentamiento armado], pero para ello era necesario que se aplicaran plenamente las conclusiones de los Acuerdos de Minsk. Pero fueron saboteados por el Gobierno establecido tras el golpe de Estado en Ucrania», concluyó.

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