Beijing, 3 dic. La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, concluye hoy una visita a China tras copresidir junto al canciller anfitrión, Wang Yi, la séptima ronda de diálogo estratégico de diplomacia y seguridad.
Durante el encuentro, el titular del gigante asiático destacó que este año marca el décimo aniversario de la asociación estratégica integral entre China y Alemania.
Subrayó la importancia de reflexionar sobre los logros y planificar el futuro en un contexto internacional marcado por desafíos globales, así como por crecientes factores de inestabilidad e incertidumbre.
«China se compromete a mantener estabilidad y continuidad en sus relaciones con Alemania, considerando a este país como un socio clave desde el establecimiento de relaciones diplomáticas hace 52 años», declaró.
Añadió que las diferencias entre ambas naciones no deben ser obstáculos para la cooperación, sino oportunidades para un entendimiento mutuo.
Wang informó que tras la Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China, el país adoptó medidas para profundizar las reformas y ampliar su apertura, lo que ha sido bien recibido por la comunidad internacional.
Por su parte, Baerbock reafirmó el compromiso de su país con la política de una sola China y destacó la importancia de mantener un diálogo franco y fortalecer la comunicación estratégica para el desarrollo saludable de las relaciones bilaterales.
Asimismo, reconoció el papel activo del gigante asiático en la lucha contra el cambio climático.
Ambos ministros abordaron también asuntos económicos y subrayaron sus preocupaciones por los aranceles de la Unión Europea a los vehículos eléctricos chinos.
Wang instó a resolver la cuestión mediante el diálogo, defendiendo los principios de competencia justa y libre comercio.
Baerbock expresó el apoyo de Alemania a negociaciones entre el bloque y China con el objetivo de encontrar una solución aceptable para ambas regiones.
En relación con la crisis en Ucrania, las partes intercambiaron puntos de vista sobre el conflicto y sus repercusiones.
Baerbock solicitó un papel más activo de China como socio de Europa, mientras Wang reiteró la posición de Beijing de promover el diálogo y la reconciliación.
Ambos coincidieron en la necesidad de reforzar el papel de sus países como impulsores de la cooperación práctica, defensores del desarrollo abierto y promotores del multilateralismo en un contexto internacional complejo.