Durante el encuentro, Kim Jong-un indicó que el uso de armas occidentales de largo alcance para atacar territorio ruso supone una «intervención militar directa en el conflicto» ucraniano.
El ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, ha llegado este viernes a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) en visita oficial y se ha reunido con el líder del país, Kim Jong-un. Durante el encuentro, «Kim Jong-un saludó con agrado a Beloúsov, quien visitó Pionyang nuevamente después de cinco meses, y mantuvo con él una conversación amistosa y de confianza», recoge KCNA.
El líder de la RPDC señaló que «las fuertes relaciones» entre ambos países «sirven como un poderoso dispositivo de seguridad para promover el bienestar de los dos pueblos, desactivar la situación regional y garantizar la estabilidad estratégica internacional». En este contexto, Kim Jong-un expresó «la voluntad de expandir y desarrollar más vigorosamente» los vínculos entre las dos naciones en «todos los campos, incluidos la política, la economía y los asuntos militares«.
Por otro lado, Kim Jong-un abordó con Beloúsov el conflicto ucraniano, indicando que «las recientes medidas antirrusas adoptadas por Washington merecen la condena de la comunidad internacional, ya que son actos irresponsables que fomentan un conflicto prolongado y amenazan a toda la humanidad«.
Además, el líder de la RPDC destacó que EE.UU. y otros países occidentales contribuyeron a que Kiev atacara el territorio ruso con sus armas de largo alcance, hecho que supone su «intervención militar directa en el conflicto«. Debido a ello, Rusia tiene el derecho a «la legítima defensa» y puede tomar medidas contras «las fuerzas hostiles».
En sus declaraciones, Kim Jong-un «subrayó la necesidad de tomar medidas claras para dar una señal de que las fuerzas provocadoras dirigidas por EE.UU. no se beneficiarán de su desprecio por la advertencia de Rusia», prometiendo que «el Gobierno, el Ejército y el pueblo de la RPDC apoyarán invariablemente la política de la Federación de Rusia de defender su soberanía e integridad territorial de los movimientos de los imperialistas por la hegemonía«.
Recuerdos de parte de Putin
A su vez, Beloúsov transmitió a Kim Jong-un «saludos amistosos y mejores deseos» de parte del presidente ruso, Vladímir Putin. Se señala que el líder de la RPDC «expresó su profundo agradecimiento por ello» y envió «sus cálidos saludos» en respuesta.
Durante la reunión, el ministro ruso enfatizó que hoy en día la RPDC es «uno de los pocos países que aplica una política exterior absolutamente independiente«, y que ello «es únicamente mérito» de Kim Jong-un.
Asimismo, Beloúsov sostuvo que la ratificación del Tratado de Asociación Estratégica de los dos países «confirma el interés bilateral en el desarrollo integral de las relaciones aliadas» y agradeció a Kim Jong-un su compromiso de profundizar los vínculos con Rusia. El ministro destacó que la historia de la hermandad militar entre las dos naciones se remonta a casi ocho décadas, recordando que su amistad y cooperación «se fortalecieron durante la liberación de Corea en 1945, en las batallas de la Guerra de Liberación de la Patria de 1950-1953».
Beloúsov aseguró que para él es un gran honor reunirse personalmente con el líder de la RPDC y dio las gracias «por la tradicionalmente cálida bienvenida brindada a la delegación rusa«.